Después de haber viajado a Seúl, Bolonia y Turín, la exposición Miró, un esperit salvatge aterriza en Mallorca para exhibierse durante un año en Miró Mallorca Fundació.

El director del centro municipal, Francisco Copado; el alcalde de Palma, Antoni Noguera, y el concejal de Cultura, Llorenç Carrió, inauguraron esta muestra, que ofrece un conjunto de claves para aproximar el espectador al espíritu y pensamiento de Joan Miró, lo que se consigue a partir de cuatro líneas temáticas: sus raíces, la inspiración, el vocabulario iconográfico de su obra y la metamorfosis. Por la estructura del edificio de la Miró Mallorca,la exposición tiene un recorrido más circular, ya que se distribuye por ámbitos y secciones, en lugar de ser lineal y cronológica.

Esta nueva muestra recoge la faceta multidisciplinar del pintor, escultor y grabador, a través de la recopilación de 108 obras pertenecientes al fondo de la institución y a Successió Miró que el pintor realizó en Mallorca, entre 1956 y 1983, durante una etapa en la que se cuestionó toda su obra anterior, según contó Copado. "Durante esta etapa desarrolló una renovada actitud plástica e inesperados retos artísticos. Es una de sus etapas más vitales y artísticas y es, a la vez, una de las menos conocidas y la más salvaje", comentó.

A través de la exposición se exploran las raíces de la obra mironiana, como los territorios y paisajes vitales para Miró, en Mallorca y Mont-roig del Camp (Tarragona), algo íntimamente relacionado con su convicción sobre la necesidad de mantener los vínculos con la tierra para conseguir una proyección universal, según Patricia Juncosa, conservadora y jefa de colecciones de la fundación. Además del paisaje, a Miró también le seducían las culturas primitivas y el arte popular, los frescos románicos y la arquitectura de Gaudí.

El director de la fundación explica que la muestra está narrada por el propio artista en primera persona, ya que "en todas las salas encontramos citas de Miró y fotografías de Clovis Prévost, en las que sale el pintor, reproducidas a gran escala". Pinturas, esculturas, fotografías, dibujos y un audiovisual ocupan todas las salas expositivas de la Miró Mallorca para acercar este trabajo creado por la fundación a la gente de Palma y de la isla, algo muy importante según Copado.

Carrió recordó que, con sus viajes, la exposición "ha sido la gran embajadora de la cultura de Palma"a nivel internacional. Y Noguera, por su parte, alabó la fundación: "Es el punto neurálgico de la creatividad de la ciudad, que también ayuda a que la oferta cultural esté descentralizada".

Miedo a no entender el arte

El director de la fundación mencionó que durante el año 2017 más de 57.000 personas visitaron la Miró Mallorcamás de 57.000 personas visitaron la Miró Mallorca, algo que "nos anima a seguir trabajando". De estos 57.000 visitantes, dio a conocer que un 91 por ciento son extranjeros. Frente a esto, Copado remarcó su interés y el de su equipo en aumentar el número de visitantes residentes. "Nos gustaría que la gente de aquí viniera más a menudo y considerara que este espacio es para ellos, que aquí pasan cosas y que ellos pueden participar. Tiene que ver con querer aquello que tenemos, que muchas veces, por estar cerca o por ser nuestro, no valoramos", apuntó el director.

Además, Copado animó a todo el mundo abandonar el miedo a no entender el arte, y a acercarse a esta exposición sin ningún prejuicio y con la voluntad de "romper la barrera que nos separa de una obra de arte porque pensamos que no la entendemos. Dejen que el color, las lineas, la gestualidad y los personajes de las obras os sorprendan y os permitan vivir la experiencia de emocionarse delante de una obra artística de un genio como es Joan Miró".