Después del éxito arrollador de su primera novela, El día que se perdió la cordura (escrita en el tren durante el trayecto entre Fuengirola y Málaga), Javier Castillo explora los límites del amor en este nuevo libro con el que cierra la saga. Adictiva, trepidante y absorbente, El día que se perdió el amor es una inyección de adrenalina, una experiencia única de lectura, un thriller diferente que da continuidad al fenómeno editorial del año. La capacidad adictiva del escritor para enganchar al lector, su escritura cinematográfica y la soltura a la hora de manejar las claves del thriller son los ingredientes que explican su éxito, un éxito que traducido en cifras habla por sí solo: en apenas tres semanas ha alcanzado los 70.000 ejemplares publicados. Este miércoles el escritor malagueño, que antes de su éxito editorial era consultor de finanzas corporativas, presentará su libro en Quars Llibres a las 19 horas junto al director de Illenc, Francesc M. Rotger, en el marco del ciclo Febrer Negre.
¿Por qué gusta tanto la novela negra?
Porque es un género literario que hace cuestionarnos a nosotros mismos y al mismo tiempo nos pone un misterio delante y nos va guiando. Despierta la curiosidad de la gente y las ganas de saber.
En pocas semanas ha destronado a Fernando Aramburu con Patria en la lista de libros más vendidos.
La verdad es que no me lo esperaba para nada. Aramburu es un grandísimo escritor y está a años luz de lo que yo escribo. A los lectores les ha apasionado la historia de El día que se perdió el amor. Al final la gente lo que quiere es disfrutar leyendo.
¿Y cómo digiere uno el éxito editorial como el suyo?
No me lo esperaba para nada y es muy bonito escribir y que, de repente, haya tanta gente que le apasiona lo que uno hace. Es el sueño de cualquier escritor: escribir, que la gente le lea y disfrute leyéndolo.
Hay miles de thrillers en el mercado pero el que la gente no puede dejar de leer es el suyo. ¿Cuál es el secreto de este éxito?
Es una historia muy intensa que atrapa al lector. Hay muchos cambios de personaje y la historia va dando muchos giros. Son muchas tramas y esto hace que estés muy enganchado.
¿Su escritura es muy cinematográfica?
Sí. Lo que funciona bien en el cine funciona también en la literatura. Grandes películas son adaptaciones de novelas.
Sus dos novelas darán el salto a la pantalla.
Será una serie de televisión y como es muy reciente no puedo avanzar muchos detalles. Estoy muy ilusionado porque es una gran productora y seguro que será una serie espectacular.
Llamó a las puertas de las editoriales pero decidió autoeditarse y colgarla en internet. ¿Qué ventajas tiene la literatura digital?
Te permite enfrentarse directamente a los lectores sin tener que pasar por el filtro editorial. Para bien y para mal. De esta manera puedes descubrir libros que son auténticas maravillas pero también otras obras que no son tan buenas. Pero la realidad es que permite que la gente sea la que decida qué libros les gustan.
¿Por qué optó por autoeditarse?
Fue más por impaciencia. Cuando envié la novela a algunas editoriales me aseguraron que tardarían un año en responder. No quería esperar. Sabía que había escrito una buena novela y en ese momento quería saber si la gente opinaba lo mismo.
Y ahora son los editores que le van detrás€
Sí [risas]. Tengo la suerte de contar con una gran editorial, Penguin Random House y Suma de Letras, aunque es verdad que otras editoriales llaman y preguntan, pero estoy muy contento con la mía.
No solo ha puesto patas arriba el mercado editorial sino que también consigue enganchar a un público más que difícil, el del entre 18 y 30 años.
Es verdad que en mis firmas la mayoría de lectores son mujeres de entre 18 y 35 años pero es muy bonito enganchar a gente que había perdido la ilusión por los libros porque no encontraba nada que le entusiasmase. Es precioso.
Le comparan con el fenómeno de Harry Potter o de Cincuenta sombras de Grey.
Me parece una monstruosidad [risas]. Estoy con los pies en la tierra. Es verdad que es una historia que engancha mucho, que ha surgido así, como de la nada, pero estoy a años luz de J.K. Rowling o E.L. James.
Ha cambiado los números por las letras.
Ha sido porque no estaba concentrado en nada. Estaba entre los dos mundos y no disfrutaba ni de una cosa ni de otra. Y el año pasado ya decidí centrarme al 100% en la literatura, que es lo que me apasiona. Estoy muy contento con el cambio.
¿Y el escritor del tren está centrado en la siguiente novela?
Estoy con mi siguiente novela, que no tiene nada que ver con El día que se perdió la cordura o El día que se perdió el amor. Cierro la historia y ahora es distinta. Estoy motivado porque tiene muy buena pinta y creo que va a gustar.
¿Qué le gusta leer?
Leo de todo. Tanto grandes clásicos de la literatura como novelas de consumo, por así decirlo. Cuando estoy en una época en la que no sé qué leer, siempre recurro a un thriller de esos que me enganche porque lo que me hace es recuperar las ganas de seguir leyendo. Me apasiona leer historias distintas con tramas complicadas. Un libro que me encanta es La verdad sobre el caso Harry Quebert.
Empieza su libro asegurando que "al final del camino descubrirás que solo dos cosas cambian tu vida: el amor, porque la mejora, y la muerte, porque la termina".
El amor es el motor de la vida, lo que te empuja a seguir adelante. Ya sea el amor a uno mismo, a tu pareja, a la familia, a tu hijo€ Es el único que te cambia de verdad y el único que te hace avanzar.
