Diario de Mallorca

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Crítica de teatro

Contra todos los códigos

Las muchísimas

Contra todos los códigos

Las Muchísimas

teatre principal (palma)

* * * ½

Creación, coreografía y dirección: Mariantònia Oliver. Intérpretes: María Luisa Cerezo, Dolors Vives, Mani Cunill, Teresa Barceló, Estrella Freixas, Rosa Capdevila, Marga Nicuesa, Marga Oferil, Antònia Garau, Mona Belizán, Pilar Moreno, Caterina Rodagut, Elisa Santos, Metoda Pavlic, Maja Cucnik, Maja Musevic, Barbara Gortna.

En permanente proceso de investigación, siempre tejiendo vínculos entre el arte, en movimiento, y el público, derribando los tabiques que separan el escenario del mundo? Mariantònia Oliver es de esas creadoras que nunca se conforman, y escasean. Hace ya seis años proyectó un universo a través de relatos locales, de familia, íntimos y colectivos a la vez. En Las Muchas (el nombre con el que el abuelo de 'Mao' se refería a las numerosas amigas de su madre) estaba nuestra vecina, nuestras tías, nosotras mismas; expresando emociones, intimidades, deseos que pudieron quedar en los angostos pasillos de una casa de pueblo hasta que empezaron a deslizarse por los escenarios, al ritmo de los pasos de mujeres, bellas, que superaban los 70 y trituraban los códigos de la danza. Las Muchísimas va aún más allá. Más cuerpos bellos danzando libres, diecisiete actrices amateurs, de entre 61 y 75 años, de Mallorca y también de Catalunya y Eslovenia (donde recaló su precedente); un catálogo más amplio de vivencias, frustraciones, retos, golpes, triunfos personales? y de caricias y rasguños del alma y bailes catárticos y atrevimientos y enojos que dejan atrás los lastres impuestos por el patriarcado. Mujeres que, desde lo particular, dibujan el mapa de unas generaciones que aún lo tuvieron más difícil que ahora y que se meten al espectador en el bolsillo desde el primer minuto: por su naturalidad, por la franqueza de todos sus gestos, por todos los mensajes, más o menos directos, que transmiten, y por cargarse tantos cánones en apenas una hora de función. Imposible no quererlas. Imposible no querer que Mariantònia Oliver siga indagando en los límites de creación, y de la vida.

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