Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crítica de cine

Un borracho al volante de la nación

Leo en Internet que la II Guerra Mundial es la guerra que más gente gusta recordar (y por ello la más recurrida por el cine). Motivos obvios, no fue tan sórdida y tosca como la primera, no tuvo polémica imperialista como Vietnam, no se utilizó tecnología tan sofisticada como en Irak, y, sobre todo, los buenos y malos estaban muy definidos.

Winston Churchill fue uno de los buenos, por eso ha recibido tantos biopics. Tan bueno que no era perfecto. Mejor dicho, sus fortalezas e imperfecciones eran/son fáciles de manipular por guionistas. Anthony McCarten es hábil en ello. Menciona su desmesurada ambición, su querencia por las intrigas políticas, sus brotes de mal genio, sus fiascos previos como estratega militar (Gallipoli) y su alcoholismo desatado, pero lo justifica o embellece. Niega además su aporofobia, su desprecio por la gente corriente inventándose una visita sorpresa al metro. Y rejustifica con que el momento histórico exigía líderes con labia, inteligencia y redaños. Un tuerto en reino de ciegos. Sí desarrolla bien, aunque con cierto maniqueísmo, el dilema que tuvieron algunos políticos y el rey Jorge VI sobre si rendirse e implorar una ocupación benigna o luchar a riesgo de dejar el país arrasado. Los personajes femeninos, la mujer y la secretaria, son relleno obligado, insulso, desaprovechado. Gran actuación de Gary Oldman bajo toneladas de postizos y maquillaje, curioso que al monarca lo interprete el australiano Ben Mendelsohn ( Animal Kingdom, Exodus). Buen ritmo y ambientación de Joe Wright con redundante banda sonora. Película para amantes del género, poco novedosa, entretenida y emotiva por su populismo.

El instante más oscuro

***½

Nacionalidad: Reino Unido, 125 min.

Director: Michael Wright

Actores: Gary Oldman, Lily James, Kristin Scott-Thomas, Ben Mendelsohn

Cines: Rivoli, Ocimax, Artesiete Fan, Cinesa Festival Park

Compartir el artículo

stats