Can Balaguer, el emblemático casal municipal del siglo XVIII, abrió ayer al público la planta noble, con la exposición permanente La casa possible. Cerrado desde el año 2009, las obras de rehabilitación se dieron por concluidas a finales del pasado mes de marzo, cuando después de seis años de trabajos y otros tantos de retraso en su inicio por problemas de financiación, se pusieron a disposición del público la planta baja y la exposición temporal Un nuevo espacio para la ciudad. Los trabajos supusieron un coste de 6 millones de euros.

La casa museo, a través de la cual se pretende enseñar la evolución de las casas señoriales de Palma, se podrá visitar de forma gratuita hasta el 20 de enero, periodo en el que también se ofrecerán visitas guiadas.

El alcalde de Palma, Antoni Noguera, y el concejal de Cultura, Patrimonio, Memoria Histórica y Política Lingüística, Llorenç Carrió, respectivamente, inauguraron la exposición y agradecieron especialmente la colaboración de las familias Domènech-Vàzquez y Alomar, gracias a las cuales la exposición permanente dispone de los objetos necesarios para mostrar al público el aspecto de una típica casa señorial palmesana. También mostraron su agradecimiento a los funcionarios municipales y a los restauradores locales que han reacondicionado unos 250 objetos.

La muestra reúne un total de 350 piezas con las cuales se han creado interiores históricos correspondientes a diferentes épocas. Gracias a estos espacios se mostrará el paso del tiempo en este tipo de viviendas desde el siglo XVI hasta principios del siglo XX.

El alcalde de Palma resaltó que con esta inauguración "se da voz al patrimonio cultural de Palma". "Es importante que la ciudadanía pueda conocer este espacio, es una forma de querer Ciutat a través de la cultura", señaló Noguera, que añadió que "abrir estos espacios al público es una forma de democratizar la cultura". Por su parte, el concejal de Cultura destacó que "la planta noble muestra el rico patrimonio artístico que alojaban los casales y nos sugiere cómo era la vida en esa época en este tipo de casas". "Hemos podido recuperar piezas que hasta ahora no se habían mostrado", señaló Carrió.

Tras la inauguración se realizó una visita por las diferentes estancias de la casa museo: la entrada, una sala medieval, la más antigua de la exposición; la galería del coleccionista, donde destacan las pinturas de Antoni Gelabert; la alcoba y su cámara, a través de las cuales las familias nobles mostraban su poder pero no eran funcionales; la sala de Música, con el imponente órgano Walcker, de Can Balaguer, que volvió a sonar ayer después de años en silencio; la de Lluís XV; el comedor, con vajillas procedentes de diferentes lugares del mundo; y la sala de la Chimenea, que es la más moderna, con pinturas del siglo XIX y del periodo de entreguerras.

Las colecciones

Es cierto que un gran número de las piezas presentes en la exposición proceden de las familias Domènech-Vázquez y Alomar, pero cabe destacar que la mayoría de ellas pertenecen a las colecciones municipales del propio Can Balaguer y de Can Morell, así como del antiguo edificio de Cort.

La concejalía ha destinado entre 40.000 y 50.000 euros al proyecto de rehabilitación del fondo del Balaguer, que está integrado por espejos, cornucopias con iluminación, lámparas de vidrio, sofás, mesas y diversos conjuntos de sillas, entre otros objetos.

La muestra se podrá visitar de martes a sábado a partir de hoy y hasta el día 20 de enero de forma gratuita. Además habrá visitas guiadas de martes a viernes. Cabe señalar que el público podrá conocer los rincones de la casa museo sin coste alguno solo hasta la temporada turística, aunque los residentes podrán obtener las entradas con un precio reducido, aunque todavía no establecido.