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"Cualquiera querría un personaje de Agatha Christie, son montañas rusas emocionales"

"Es una obra en la que el público pasa del susto a la sonrisa", subraya - "En Mallorca, ser actor es de héroes, y dedicarte solo a esta profesión, de superhéroes", asegura

Joan Carles Bestard, en el clásico de Agatha Christie

Joan Carles Bestard, en el clásico de Agatha Christie

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Joan Carles Bestard, en el clásico de Agatha Christie Gabi Rodas

¿Qué balance hace de su paso por el Teatro Apolo de Barcelona?

En cuatro meses hemos conseguido 33.000 espectadores, con muy buenas críticas. ¡Qué más se puede pedir!

¿Cuáles son las claves del éxito?

Una buena escritora de misterio, Agatha Christie, una maestra en este campo. Además, la obra está bien interpretada, bien montada y bien dirigida.

¿Cómo le llegó este proyecto?

Gracias al director Ricard Reguant, con quien trabajé en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, con el musical La bella Helena. Al terminar, me dijo que tenía un proyecto en Barcelona que podía interesarme, Y no quedará ninguno, que en realidad son los Diez negritos. Se le cambió el título porque los herederos de los derechos de autor consideraron que "negritos" era una palabra despreciativa. La versión de Reguant es la auténtica, la que nunca estrenó Agatha Christie, con un final diferente al conocido hasta ahora.

¿Por qué no la estrenó con este final Agatha Christie?

Porque la estrenó pasada la II Guerra Mundial y consideró que la gente no tenía por qué ir al teatro a pasarlo mal viendo finales muy duros, de ahí que apostara por un final un poco Corín Tellado.

¿Qué le maravilla de la escritora más vendida en el mundo?

Todo. Me atrapa su gracia a la hora de crear una atmósfera de misterio absoluto con la que engancha al espectador, y de golpe y porrazo sabe romper ese misterio con un toque de humor. El público pasa del susto a la sonrisa.

¿Qué rasgos presenta su personaje?

Mi personaje es el doctor Armstrong, que llega a la isla del Pirata, donde han sido reunidos los otros personajes por un tal Owen, que les invita a pasar un fin de semana. No hay personaje que tenga un misterio detrás, un secreto, una gran mentira. A mi personaje se le acusará de haber asesinado a una paciente durante una operación.

¿Qué huella le está dejando el doctor Armstrong?

Con esta obra he aprendido muchísimo de la escuela catalana, y de la dirección de Ricard Reguant. Son diez personajes encima de un escenario, que se tienen que mover, y Reguant logra un auténtico ballet coreográfico. Los de Agatha Christie son personajes que cualquier actor querría hacer, al ser montañas rusas emocionales, pasan de ser lo más sencillo a ser lo más tenebroso, rabioso, asesino y simpático.

Una obra a la que llegó tras triunfar en Mérida con La bella Helena. ¿Qué sintió en aquellas representaciones?

Subirte a un escenario de más de 2.000 años y ver cada noche a 3.500 espectadores delante de ti, de pie, aplaudiendo, es un auténtico orgasmo. No hay organización y ciudad como la de Mérida. Viven al cien por cien el teatro, desde el tendero al vendedor de cupones. Ojalá volviese el Festival de Teatro Internacional de Palma. Es una vergüenza que con los años que han pasado ningún gobierno de ningún color lo haya recuperado. Cultura tiene dinero para lo que le conviene. Se lo gastan en cosas que les dan votos.

¿Veremos La bella Helena en un escenario de la isla?

Ojalá. Empezamos en junio una gira de verano por diez teatros romanos repartidos por toda España, muchos de ellos de Extremadura, al ser de allí la productora principal.

¿Encajaría una obra como La bella Helena en la programación del Teatre Principal de Palma?

Mi percepción como espectador del Principal es negativa. El Principal vive de espaldas a la sociedad mallorquina. Es un teatro que siempre está apagado. ¿Es normal que los carteles que terminan en junio estén tres meses puestos?, ¿es lógico que ese teatro esté cerrado en verano, con la cantidad de turistas que nos visitan?, ¿es normal que ese teatro no se pueda visitar como sí ocurre en el Liceo?

¿Siente que su carrera como actor ha dado un vuelco en 2017?

No, en absoluto. Sí siento que en este 2017 se le han presentado oportunidades a mi carrera. Todo el mundo me relaciona con ese personaje (Madò Pereta) y parece que no he hecho nada más en mi vida. Yo hago teatro profesional desde el año 89. El personaje sigue vivo, 18 años después. Para un actor lo importante es tener trabajo día a día. Cada día hay que conquistar al público y en Mallorca cada día te tienes que examinar delante de los espectadores.

¿Cómo está soportando Madò Pereta su triunfal 2017?

Lo odia. Madò Pereta tiene muchas cosas que decir con todo lo que está pasando. Ahora haría un show muy cañero. Si antes Madò Pereta ya era conocida por no morderse la lengua, y en muchos ayuntamientos decían "que no venga porque nos armara un Cristo", ahora el Cristo lo montan ellos. Siempre disfruto de encarnar a Madó Pereta porque me permite una libertad que no me dan otros personajes.

¿Pereta le ha limitado a la hora de explorar otros registros?

Me ha jodido mucho. Pero toda esta gente que me critica por haber hecho durante 18 años -y Dios sabe los que aún haré-, Madó Pereta no han venido nunca a pagarme una factura a final de mes. El trabajo hay que aceptarlo cuando hay trabajo. En mi curriculum hay muchas cosas que no tienen nada que ver con la vieja de las narices. Ofréceme algo que no sea Pereta y te lo haré.

¿Usted se siente respetado como actor por la familia de las artes escénicas mallorquinas?

Por mucha gente sí, por otra, me siento despreciado. En Mallorca, ser actor es ser un héroe y dedicarte solo a esta profesión, es de superhéroes.

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