"Hay políticos que no saben ni lo que es el teatro", asegura Carmen Machi, que hoy estrena en Madrid 'La autora de Las meninas', una obra ambientada en la España de 2037 que pega una "bofetada" de realidad al público para advertir de la importancia que tiene proteger el patrimonio artístico y la cultura.

Antes de cerrar un año de logros en su Madrid natal por el éxito de 'Juicio a una zorra' y 'Antígona', Machi (1963) lleva al Centro Dramático Nacional (CDN) "La autora de Las meninas", una comedia distópica y "delirante", explica la actriz en una entrevista con EFE.

En el texto, señala, se hace "un repaso interesantísimo" por la sociedad española al situar la trama en un futuro "cada vez más posible y menos gracioso". El primer dilema que plantea la obra, escrita y dirigida por Ernesto Caballero, director del CDN, es el siguiente: ¿Qué ocurriría si la crisis financiera obligase a España a desprenderse de su patrimonio artístico?

"En un principio, podemos señalar con el dedo a las instituciones públicas que tienen nuestro patrimonio en sus manos, pero lo terrible es comprobar algo más grave, que a muchos ciudadanos les importa muy poco", opina la intérprete, que se mete en la piel de Sor Ángela, una monja copista encargada, por petición del Museo del Prado, de realizar una réplica de 'Las Meninas', de Velázquez.

A través de ese personaje que descubre que tiene "voz propia" y vive un repentino salto del anonimato a la fama, la pieza teatral abre un nuevo debate sobre la relación entre los artistas y su ego. "Uno debe protegerse y valorarse. No sé si la falsa modestia es más mala que la vanidad porque ser vanidoso es quererse. Lo que no sirve de nada es darle a la vanidad ese plus de creerte superior", sostiene la actriz.

El texto de Caballero, con quien Machi trabajó en uno de sus trabajos teatrales más reconocidos por la crítica -"La tortuga de Darwin", de Juan Mayorga- hace también un recorrido por la historia del arte y advierte de la banalización de las artes y la necesidad de proteger la cultura. Esos mensajes, dice la actriz, se clavan como "dardos" en los espectadores, entre los que, lamenta, no suele haber demasiados políticos.

"Es raro encontrarlos. Luego van como cargos políticos cuando tienen el cometido o la obligación de ir, pero da igual porque el político a lo mejor tampoco va al cine o a un museo", subraya Machi, que apunta que una de las razones que le llevaron a Caballero a escribir la obra fue descubrir que en el debate de la nación de las últimas elecciones no se habló de "nada" de cultura.

Por eso, aunque la madrileña considera "injusto y estúpido" generalizar, piensa que "un niño acaba sabiendo más que un político de lo que ocurre en la sociedad" y considera que, si quienes ostentan esos cargos públicos viesen más teatro, "fliparían" porque "se darían cuenta del tiempo que pierden" y "aprenderían mucho".

Y no lo dice con sorna o de forma aleccionadora. Machi siente que algunas obras de teatro que ha representado recientemente hablan "de lo mismo" que ocurre en la España "convulsa" de hoy, ya sean clásicas o contemporáneas, de Sófocles o de Miguel del Arco.

Recientemente, al salir de una función de 'La autora de Las meninas', una señora de ochenta años se acercó a ella para decirle que le había hecho reflexionar: "Me dijo 'aquí no solo perdemos el patrimonio, perdemos la moral y la ética'". Lo que Machi pensó y en lo que cree con firmeza es que identificarse con la obra, incluso cuando no sea la intención de su autor, es una de las "maravillas" del teatro, un arte que es tan cotidiano para ella como "ir a por el pan".