¿Por qué una obra inspirada en su abuelo?

La historia de mi abuelo siempre me llamó la atención. Era hijo de madre soltera y cuando su madre biológica quedó embarazada, la mandaron al campo a vivir su embarazo sola y una vez que nació mi abuelo, se lo quitaron y lo crió su hermana que ya tenía una familia construida. Mi abuelo vivió toda su vida tratando como madre a la que realmente fue su tía y tratando como tía a la que en realidad era su madre hasta que al final de su vida se enteró de la verdad pero no pudo compartirla con mi madre porque no se atrevió. Esta historia me pareció muy atractiva como punto de partida de una función que pretende hablar de la memoria y de cómo las palabras van creando vínculos y realidades.

¿El público descubrirá la necesidad de estar presente y en presente para la gente que ama?

Ojalá. Me encantaría. La cuestión del presente es el tema de la función, qué significa estar aquí. Para empezar a entendernos y a estar juntos es necesario poder compartir el tiempo, estar en el mismo tiempo, en el presente.

Envía el mensaje de pararse. Es algo que parece difícil en una sociedad en la que todo tiene que ir más rápido.

Es el gran problema cotidiano. El poder estar juntos nos sale bastante mal. No solo por cómo el mundo virtual afecta a la manera de relacionarnos, sino por poder entender a otro que piensa distinto. Si hubiéramos entrenado el ejercicio de la empatía y de la convivencia, no estaría pasando lo que ocurre en Cataluña.

La obra reflexiona sobre la construcción de la memoria. ¿Por qué es necesario recordar y un peligro olvidar?

Porque creo que el pasado es un poco el destino. Las cosas que uno hizo o dejó de hacer van armando un horizonte de posibilidades. Hay una relación pasado-futuro que va muy unida. Y así como las cosas se dejan de contar, desaparecen por completo.

Tiene cinco Max gracias a La piedra oscura . ¿Para qué sirven los premios?

Los premios sirven para tener reconocimiento público. No creo en los premios. Los galardones sirven para cuestiones materiales, no artísticas.

Ha subido a escena Bodas de sangre . ¿Qué le ha apasionado de Lorca?

Su valentía porque es una obra que hoy nadie se atrevería a escribir y me parece que estamos viviendo unos tiempos bastante pobres. Estamos atrapados por ciertas correcciones políticas y por una voluntad de agradar. Eran dos cosas que le importaban poco a Federico, un autor que escribía lo que necesitaba decir y sin miedo. Creo que si alguien escribiera esa obra en la actualidad, sería difícil que encontrara un productor o le corregirían muchas cosas.

¿Qué le queda pendiente?

Voy a hacer una zarzuela en febrero de 2019. Es un proyecto impulsado por el director del Teatro de la Zarzuela, Daniel Bianco, que promueve llevar a los adolescentes a la zarzuela. Haré una versión de La verbena de la paloma. Estoy muy ilusionado con este proyecto y con poder trabajar con música.