Sa Boira, el grupo teatral formado por actores y actrices mayoritariamente afiliados a la ONCE, está de estreno con motivo de su 30 aniversario. Una compañía que, según su director, Bernat Pujol, está marcada por la "disciplina" de sus integrantes así como por la "calidad" de las obras que llevan a escena, la última, Yerma, de Federico García Lorca, que se estrenará el próximo lunes en el Teatre Principal de Palma (20.00 horas).
La historia de Sa Boira, que a lo largo de su trayectoria ha logrado premios tan importantes como un Max de las Artes Escénicas (en la categoría de Aficionado, en 2013), se remonta a 1987, cuando Bernat Pujol y Adolfo Díez decidieron montar una obra de teatro tras impartir un taller de seis meses de duración. "La primera obra de todas fue Pasos, de Lope de Rueda. El interés fue mayúsculo así que decidimos crear montajes más acabados, como Electra, de Eurípides, y Pic-nic, de Fernando Arrabal", recuerda el veterano director. Desde entonces, Sa Boira acumula un total de 53 montajes, de una gran variedad de autores y diferentes géneros teatrales: tragedia griega, teatro contemporáneo, del absurdo...
El grupo ha crecido desde aquellos primitivos años 80 y en estos momentos está formado por 20 actores y actrices, 14 de ellos ciegos o con discapacidad visual grave, y una persona con otra discapacidad. Manuel Serrano y Maria Llobera son los únicos intérpretes que permanecen en Sa Boira desde su fundación. "Solo llevo 30 años. Llegué de la mano de Bernat Pujol y todavía no me he peleado con él. Bernat dirige exactamente igual a una persona sin discapacidad visual que a otra que sí la tenga, como yo. A quien ve le dirá mira allí y a mí, mira a la derecha. Las órdenes son distintas pero la ejecución es la misma. La obra saldrá mejor o peor, pero esto también ocurre con actores videntes", apunta Serrano.
Sa Boira puede presumir de poseer un sello muy propio con una estética muy cuidada en cada montaje, y siempre sorprende. "Nos engañáis. No sois actores ciegos", les dijeron en 1994, tras representar La jaula en el Festival Internacional de Teatro de La Habana. También en Málaga causaron sensación con El señor de Pigmalión de Jacinto Grau. "¿Quién es el ciego?", les preguntaron.
El nuevo montaje de la asociación presidida por Alejandra Luque es Yerma y supone la culminación de su 'trilogía de la muerte'. "Primero estrenamos La casa de Bernarda Alba, más tarde Bodas de sangre, dos de los grandes éxitos del grupo, y ahora afrontamos Yerma con unas ganas enormes de conquistar al público con este magnífico texto lorquiano", anuncian sus responsables.
En Yerma, el espacio escénico intenta reflejar, mediante un enorme hexágono tejido con cantidad de redes, un simbólico feto gigantesco, clave del drama de la obra. "Hay una cierta influencia visual del recordado montaje que Víctor García hizo de Yerma, con Núria Espert, que fue revolucionario en su momento", apunta Pujol, quien reconoce que "siempre pienso en escenografías lo más minimalistas posibles".
Yerma se preestrenó recientemente en el Teatre de Capdepera, donde "gustó mucho el trabajo actoral". Su protagonista es la actriz Patricia Monzón, que confiesa que el suyo "es el papel más importante" que ha interpretado en su carrera, por "la riqueza del personaje, un regalo para cualquier actriz, tanto por lo que cuenta como por la intensidad dramática que tiene", subraya.
A la hora de trabajar en una agrupación teatral como la de la ONCE, Monzón señala que "hay que estar muy concentrada en todo momento para que no se te escape ninguna emoción".
Actores, actrices y otros responsables del montaje quisieron agradecer ayer, durante la presentación de Yerma, la ayuda prestada por la cantante Carmen Jaime en el asesoramiento de las canciones que se escucharán en la representación del Principal.
