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Entrevista

Lo que se esconde tras el éxito de Aina Bestard

La ilustradora mallorquina triunfa en medio mundo con sus libros infantiles de ilusiones ópticas. Su última entrega, ´Qué se esconde dentro del cuerpo humano´, que se publicará en ocho idiomas, es el más arriesgado y artístico de la colección que arrancó en 2015

La diseñadora e ilustradora Aina Bestard sostiene su álbum ´Qué se esconde dentro del cuerpo humano´.

Las ilusiones ópticas de Aina Bestard (Mallorca, 1981) son descifradas por niños de medio mundo. La diseñadora e ilustradora mallorquina, pionera en el dibujo por capas y el uso de lupas para visualizarlos, conquistó en 2015 el mundo editorial infantil con su primer proyecto, Qué se esconde dentro del bosque, traducido ahora mismo a 14 idiomas. La isleña, afincada desde hace año y medio en Barcelona, acaba de desembarcar en las librerías con el tercer proyecto de esta serie de álbumes que pretenden educar a los niños (de entre tres y seis años) en la visualización de imágenes. "Una de las líneas de esta colección es que los niños exploren más las imágenes y no se queden con lo que se ve a primera vista. Con estos dibujos, herederos un poco de ¿Dónde está Wally?, consiguen concentrarse y prestar mucha atención", comenta.

Este tercer álbum, Qué se esconde dentro del cuerpo humano, presentado en Polonia hace dos semanas y que se dará a conocer en Barcelona, en la librería Abracadabra, el próximo día 18, saldrá publicado en ocho idiomas: catalán, castellano, inglés, francés, holandés, polaco, italiano y checo. En un primer momento, la temática del cuerpo y sus órganos fue la primera opción de Bestard para arrancar la colección en 2015, pero finalmente optó junto a sus representantes (Zahorí de Ideas) arrancar con los dibujos del bosque, "menos agresivos y contundentes". "Cuando tuvimos una primera maqueta preparada, pusimos rumbo a la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Bolonia, donde sorpresivamente nos fue muy bien", relata.

La idea de trabajar con esta técnica de ilusiones ópticas anidó en la mente de Bestard entre 2013-2014. "Como vengo del mundo del diseño, me suelo fijar más en el producto. Reparé en un papel de pared cuyo dibujo cambiaba según la incidencia de la luz. Había sido diseñado por el creador italiano Carnovsky, quien ha publicado hace un año libros para niños con ese método", comenta. El año que la mallorquina recaló en Bolonia coincidió con otros dibujantes franceses que también manejaban la ilusión óptica. "No nos conocíamos de nada y hacíamos algo parecido. El mundo de las tendencias es algo inexplicable. Ellos publican en la editorial francesa Seuil, la misma que ha acabado editando mis libros en Francia", explica. Para hacerse un hueco en este trabajo, "es primordial acudir a ferias", opina Bestard. "Y en esto he de agradecer todas las ayudas que me brindó el IEB", reconoce. Una vez en Bolonia, además de Seuil, la reputada británica Thames&Hudson se interesó por su proyecto. "La catalana Cossetània fue muy valiente publicándolo porque al final donde se apostó menos por el proyecto fue en España", lamenta la mallorquina.

El éxito de estas publicaciones, la segunda volcada en el mar, radica en la sencillez de la idea. "Y en que contienen un punto de magia, de sorpresa, gracias a los filtros de color que deben usarse sobre los dibujos. Creo que contienen la magia analógica", sostiene la ilustradora, una auténtica maga de los detalles. Analógica es también la técnica ejecutora de Bestard. "El dibujo lo hago todo a mano, con el clásico rotring. No sé dibujar con tabletas. Luego escaneo los dibujos y en el Photoshop les aplico el color y después monto la imagen", desvela. Del primer al tercer volumen, su técnica se ha ido depurando. "Me dicen que mis dibujos parecen mandalas. Son meditativos. Como provengo del mundo del diseño de moda y del textil [Aina ha trabajado para Camper, Vialis, Miró Jeans o Woman Secret], creo que en este último libro he reproducido parte de mis grandes referentes: William Morris, los tejidos ucranianos tradicionales, la Bauhaus, Annie Albers€ La publicación sobre el cuerpo humano es la primera donde he volcado todo mi mundo. Ha sido el parto más difícil, pero el que ha tenido mejor resultado", considera.

Bestard reconoce que su interés por la ilustración infantil no proviene tanto de las narraciones sino de la potencia visual de las imágenes. "Me da más juego para trabajar con conceptos visuales. Es un mundo en el que me siento más cómoda", confiesa. "Además, creo que mi propio discurso es bastante naïf", recalca.

En estos momentos, la ilustradora tiene ganas de explorar más caminos. "Disfruto mucho con esta colección y si se presentara un cuarto volumen, sería bienvenido, pero me da miedo quemar a la gente", apunta. Por ello, Bestard está enfrascada en otro pequeño proyecto que consiste en lanzar al mercado objetos del mundo infantil basados en sus ilustraciones. "También estoy a punto de cerrar otro proyecto editorial que si todo va bien saldría en cinco idiomas", avanza.

Los volúmenes de la mallorquina han conseguido ir más allá del estilo infantil. Son libros con un potente valor gráfico para cualquier apasionado y profesional del dibujo y la ilustración. Esa fuerza artística por encima de cualquier edad o tipo de narración es lo que se esconde tras el éxito de Aina Bestard.

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