Cantaba Carlos Gardel "que 20 años no es nada", sin embargo para el Mallorca Tango Festival "10 años son toda una vida". Aunque con mucho camino por delante porque el evento que ha reunido en esta edición a 1.200 bailarines de 60 nacionalidades diferentes en la isla se ha convertido "en uno de los mejores del mundo". Gente que ha recorrido el planeta "de milonga en milonga" asegura que "no hay otro igual".

"Es una maravilla, el lugar, las clases, los maestros, la milonga, el hotel, el organizador que es un genio€ Nosotros estamos encantados", comenta Arturo que ha venido desde Suiza por novena vez junto a su mujer para disfrutar de este encuentro de amantes de la danza rioplatense. Desde Ginebra también, Fernando y su pareja visitan Mallorca por primera vez y afirma que regresarán porque es "un lugar muy lindo y se ha creado un ambiente muy bueno". Ambos valoran la cercanía de los maestros porque "en otros festivales no se hospedan en el mismo hotel y aquí puedes saludarlos, compartir mesa, hablar con ellos". Bailarines aficionados desde hace años, confiesan que "nunca se termina de aprender", por eso siempre están buscando perfeccionarse: "Hemos estado en muchos festivales y varias veces en Argentina, la meca del tango, pero este es uno de los mejores sitios, no por nada hay tanta gente".

Ariel Yuryevic y su mujer Valeria Slovacek son los organizadores de esta fiesta que dura cinco días, con seminarios, 50 clases con los mejores bailarines profesionales, milongas diurnas y nocturnas con orquestas en vivo, Tal Chi libre por las mañanas, asado argentino€ Estar pendientes hasta "del más mínimo detalle para que los participantes se sientan cómodos y bien atendidos" ha dado sus frutos, porque en 2008 emprendieron esta aventura con unos 300 asistentes que fueron en aumento a lo largo de una década sin interrupción. La "calidad artística con un casting de maestros de lujo" marca el éxito de este festival internacional que se vive como "una reunión de amigos, y se nota en la buena onda que tiene la gente", apunta Yuryevic. Rugbier y trabajador en una imprenta en Mar del Plata, cuando llegó a Mallorca en el año 2006 se percató de que solo se hacía una milonga al mes en la isla y decidió transformar su afición por el tango en su profesión con el proyecto Inspiración Tango Estudio, donde enseña esta danza patrimonio de la humanidad.

De toda Europa, pero también de Emiratos Árabes, China, Japón, Malasia, el Caribe o Estados Unidos y otros lugares remotos, han viajado los danzantes que, entre el Hotel Belvedere y Son Termens, "le sacan viruta al piso", o lo que es lo mismo, bailan con entusiasmo. Parejas de todas las edades, hasta niños y abuelos, giran alrededor de la pista con una destreza admirable. Este sábado han gozado con las clases de Nito y Elba, "dos mitos argentinos que entre los dos suman 156 años y tanguean como los dioses", apunta Yuryevic. La milonga no es infinita, pero sí muy intensa. Arrancó el pasado martes en el Born y termina este lunes con dos sesiones por la tarde y noche en el Belvedere. "Están todos invitados", dicen los organizadores que ya empiezan a programar la próxima cita entre el 23 y 28 de octubre de 2018.