"En la actualidad podría parecernos algo kitsch, muy cantoso, pero el sepulcro de Ramon Llull fue rojo, dorado y verde", defiende el historiador Antoni Pons Cortés, uno de los investigadores del equipo de restauradores que ha trabajado en el monumento funerario, en la basílica de Sant Francesc, y que ha logrado descubrir policromías hasta ahora desconocidas.

Este proyecto, que ha sido posible gracias a una subvención del Consell de 15.000 euros y que se enmarca en la línea de ayudas para la conservación y restauración de bienes culturales relacionados con Llull, tenía como objetivo sanear las partes más deterioradas del sepulcro, mejorar la lectura de sus elementos decorativos así como del conjunto escultórico, e identificar los materiales y las técnicas constitutivas.

Los resultados de la investigación muestran que el monumento, que fue construido principalmente con piedra de Santanyí y -esta es otra novedad- marès blanco, tiene algunos trazos de color. Según la restauradora Llucia Bosch, las nuevas policromías podrían datarse "entre 1465 y 1619". La experta precisa que con este hallazgo "se verifican las policromías que se conocían -las de los escudos y las hojas sobre los escudos- y se dan a conocer otras presentes en toda la estructura arquitectónica y en los elementos antropomórficos -ángeles y otras representaciones- del cuerpo inferior" del monumento.

"Lo más importante -añade Pons- es que la policromía no estaba solo sobre los escudos sino también desarrollado en otros puntos de la tumba. La tumba debía tener una buena parte de policromía, sino toda. La policromía es habitual en el siglo XV, en toda la piedra. Lo extraño es que una fuente de 1700 solo se refiere a restos de policromía en los escudos. La pátina gris, que tenemos que averiguar de qué época es, nos da una visión distinta a lo que era la tumba en aquel momento. Nosotros no la habíamos imaginado policromada por esta pátina gris, muy sucia".

El delegado general del Bisbat de Mallorca, Nadal Bernat, pide diálogo en una sociedad que durante las últimas décadas "ha destrozado" el patrimonio de Balears y manifiesta que "esta investigación no se basa solo en las piedras sino que simboliza un legado de personas y de humanismo".

El sepulcro de Llull, trabajado en alabastro, es obra de Francesc Sagrera, quien lo esculpió en 1487. Se desconoce la autoría de las policromías descubiertas. "La autoría es el tema de la tesis doctoral que desarrollamos en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla", avanza Bosch. Se espera una segunda fase de este proyecto, que tendrá como misión conservar las nuevas policromías, a partir de los criterios de una comisión científica por designar que estaría integrada, entre otros, por especialistas que trabajan con este tipo de policromías y soportes a nivel nacional.

La directora insular de Patrimoni, Kika Coll, anuncia que "la línea de subvenciones dedicada a Llull se mantendrá el año que viene". Además de la actuación en Sant Francesc, ha habido otras en Santa Margalida, Sa Pobla, Sencelles y el monasterio de Santa Elisabet.