Suicidio es mucho más que un largometraje. Sus productores destacan que "es ya un vehículo y un cauce de reflexión sobre la incidencia de esta triste realidad en el mundo y, sobre todo, en España". Y es que las cifras son escalofriantes ya que este drama se cobra la vida de 4.000 personas al año. La docuficción mallorquina ha encontrado en los festivales de cine su mejor plataforma de proyección. De hecho, la cinta ha sido seleccionada para participar en la sección oficial de dos certámenes internacionales del cine documental este mes de octubre. Así, el trabajo dirigido por Juan Andrés Mateos y protagonizado por Toni Pons, Miguel Mestre y Lina Terrassa estará presente en el IV Festival Kayche de Tejidos Visuales de México y en el VI Festival Internacional de cine socioambiental de Brasil. Además, la cinta producida por Jaime Rodrigo y Sergio Rodrigo se proyectará en el Festival Internacional de Cine de Bogotá, que tendrá lugar del 20 al 26 de octubre. Ya de cara a 2018, el largometraje participará en enero en Los Angeles CineFest. En total, la película, cuyo guión firman Mateos y Jaime Rodrigo, suma una veintena de festivales internacionales.
Además de proyectarse en numerosos certámenes, Suicidio también cosecha distintos premios. El último en conquistar ha sido el galardón otorgado por Moviescreepro Film Festival, un certamen convocado por la revista Virtual Screening Hall. También tiene en su cartera cinco galardones del Five Continents International Film Festival (mejor largometraje, mejor actor principal, mejor dirección artística, mejor fotografía y mejor diseño de producción). Entre otros premios, también ha triunfado en el Festival Internacional de Cine del Cono Sur en Chile donde se ha coronado como mejor largometraje experimental.
Los productores remarcan que su aceptación también ha sido muy buena en el ámbito más profesional. De hecho, el Instituto Hispanoamericano de Suicidologia lo ha definido como "un documental con todos los elementos necesarios para informar, concienciar y ayudar" en el ámbito de prevención del suicidio. Asimismo, la cinta también fue proyectada en septiembre en el I Congreso Nacional de Suicidología celebrado en Madrid. Además ha recibido el apoyo público de la Asociación Internacional del Teléfono de La Esperanza.
Suicidio es una "docuficción autoconclusiva" en la que un documental se entrelaza en tiempo real con una construcción de ficción cuya trama ilustra la realidad que el documental trata de comunicar. Jaime Rodrigo desgrana que la idea era explotar la siguiente fórmula: "Abordar, de manera multidisciplinar y a través de un documental, el tema del suicidio para luego integrarlo en una ficción en la que se narra una trama independiente del documental pero íntimamente relacionada con su contenido". El objetivo, añade, era crear un contenido audiovisual que entretuviera al espectador y le ofreciera la posibilidad de ampliar conocimientos sobre el tema a través de dos canales, el documental y la ficción.
Suicidio cuenta la historia de Javier, que ha perdido su empresa y sus ahorros han recibido un duro golpe financiero. Sus deudas siguen aumentando y no puede pagar la hipoteca, por lo que el banco ha iniciado las gestiones de embargo. De cara a su familia, el protagonista ha mantenido su situación en secreto. Sus aliados son el alcohol y los ansiolíticos. Llega un momento en que Laura, su mujer, lo descubre. Para evitar hablar con su esposa, se esconde en una casa de campo de sus padres. Sintoniza la televisión y por casualidad emiten una documental sobre el suicidio. Durante su visionado, el protagonista pasa por las llamadas "fases del suicidio" que van narrando los profesionales entrevistados en el trabajo. "La cinta transmite un mensaje de esperanza. Javier, que había tomado la decisión de quitarse la vida, recapacita porque tiene un motivo para no hacerlo y es que sus hijos le están esperando en casa", remarca Rodrigo.
En cuanto a la música, la docuficción está amenizada con un tema instrumental de Kevin McLeod que pretende apoyar la narración creando una atmósfera que influya psicológicamente en el espectador y evocar estados de ánimo y asociarlos a una escena o a un personaje. Asimismo, Te pido perdón de Meritxell Naranjo es el tema de salida porque en su letra trata de describir los últimos sentiminetos de una persona que se ha suicidado.
"Lo único que queremos es lanzar un mensaje a la calle de que el suicidio es un drama", resume Rodrigo. "No se adopta ninguna prevención", lamenta pero asegura que hay que tener claro que todo empieza por nosotros mismos. "Muchas veces nos deshumanizamos y no prestamos atención a nuestro alrededor", admite. Los datos hablan por sí solos. Y es que 243 personas se intentan quitar la vida cada día en España y en el mundo cada 40 segundos una persona se suicida. "Se trata de un largometraje valiente pensado para dar a este auténtico problema de salud, la visibilidad que se merece", concluye.
