El conseller de Educación, Martí March, cree que la ampliación que empezará el año que viene en el edificio del Conservatorio contribuirá a aliviar la tensión existente entre el Profesional y el Superior, pero que no solucionará el problema sin un "uso racional de los espacios". Apeló por ello a la "buena voluntad" del personal en el cumplimiento de los horarios.

El Conservatorio Profesional y el Superior comparten espacio en el edificio de la calle Alfons el Magnànim. Hace escasos días, el director del Superior, Albert Díaz, presentó su dimisión, alegando una excesiva carga académica. Díaz señaló asimismo su frustración por la falta de espacio, que le impedía por ejemplo llevar a cabo algunas masterclass con profesores invitados de prestigio internacional. Fuentes cercanas al Profesional, por su parte, señalaron que el tema no es una lucha por los espacios, sino simplemente que el Superior "no quierer compartir el espacio" y está inmerso en un "caos organizativo".

Miquel Coll, director del ente responsable de las infraestructuras educativas (IBISEC), indicó ayer que la ampliación del centro seguramente empezará a principios de 2018 y que permitirá eliminar las aulas prefabricadas.

Sobre las tensiones citadas, March indicó que "la ampliación ayudará a rebajarla, pero también dependerá de la gestión de los espacios".

El conseller dejó claro que ambos centros "tendrán que coexistir", con el Superior con preferencia de uso por las mañanas y el Profesional por la tarde. Consideró que "tensiones siempre hay", pero que algunos los manifiestan "de forma extemporánea".