Tiene 25 años. Desertó del metal hace cuatro, cuando dejó la banda Lost Anywhere. Cambió la guitarra por el ordenador y los euros empezaron a nutrir su cuenta corriente. “Ahora puedo vivir de la música”, confiesa. Es fan de Justin Bieber. “Lo dije desde el principio, este chaval va a reventar”. Su productor de cabecera es Skrillex, con quien comparte pasado metalero. Kvinz prepara un EP en solitario.
P ¿Quién es Kvinz?
R Mi relación con la música se remonta a la infancia. Mis padres siempre escuchaban música rock, antigua: Led Zeppelin, Deep Purple, Whitesnake. Mi madre era un poco más hippy. Escuchaba Janis Joplin. Mi padre era el del metal. Con los años quise tocar la batería y la guitarra. He sido guitarrista desde los diez años. Pero hace cuatro lo dejé. Vendí todas las guitarras y el equipo. Y abandoné absolutamente ese mundo porque me frustraba. Vi falta de implicación en la banda que tenía y me harté.
P ¿No le veía salida?
R Ninguna. En realidad, era tener un gasto. Si haces música para tener un gasto sólo puede ser por amor al arte. Pero si quieres vivir de la música... Nos gastábamos 200 euros al mes de local de ensayo, más las cuerdas de la guitarra, los micros, los cables. Después de un concierto, eran 150 euros a repartir entre los cinco integrantes. Y antes habíamos trasladado todo el equipo a la sala, a veces en varios coches... No sale rentable. Si lo que te gusta es la música y quieres vivir de la música, tienes que abandonar el barco porque si no te hundes con él. Entonces estuve un año como parado, muy frustrado. Y me compré un ordenador y me hice productor. Y me puse a hacer dubstep y electrónica cuando hubo el boom. Me fue muy bien y gané bastante dinero. Pero como pasa con todos los géneros, fueron perdiendo gas.
P Ahora produce trap, lo que escucha todo el mundo entre 15 y 25 años.
R Yo no lo defino como trap. Hay temas que quizá sí suenan más a trap, pero yo no me considero trap. Tampoco sé exactamente lo que quiere decir trap, es una etiqueta. Para mí el trap es el sonido de la canción. Si suena con determinada caja de ritmos o con determinados hats [un tipo de efecto sonoro] y con una métrica determinada, pues me suena a trap y ya digo que es trap.
P ¿Cómo es esa métrica?
RTiene mucho bombo y auto-tune [procesador de audio muy usado para conseguir distintos efectos en la voz].
P ¿Qué se necesita para hacer trap?
R Un ordenador y un micro. Nada más. He producido a gente que hace trap o que ellos mismos reconocen que lo hacen, como Recycle J, un chico de Madrid que ahora está bastante arriba.
P ¿También produce a gente de fuera?
R Sí, sobre todo de fuera. He producido a Hard GZ, que es de Galicia, o al actor Adrián Rodríguez. He trabajado también con Marta Sánchez a través de Pablo Ochando. También estoy con GoPro [marca de cámaras]. Les hago canciones para sus vídeos deportivos. Y pagan muy bien. Aquí en Mallorca estoy con Dollar. Nos conocimos sin querer. Yo no sabía que él existía o que hacía música. Nos presentó Javi Isern [Javi Casino] y le estamos muy agradecidos.
P Es de lo poco de trap que se hace en Mallorca. También está Rels B.
R Bueno, no es trap. Dollar dice que es hip hop. Yo lo considero hip hop, R&B y un poco de soul encima de bases de rap. Es cierto que alguna canción sí tiene toques de trap. La última que hemos sacado tiene esos hats y la caja que te comentaba.
P El trap ya no se mide tanto en escuchas como en visitas de YouTube.
R Es así. YouTube es lo que más se utiliza. Spotify también va bastante bien y da dinero con la música. Creo que Spotify proporciona más beneficios que YouTube, pero con YouTube tienes la imagen.
P ¿Cuántas visitas han llegado a cosechar los temas que ha producido?
R Pues unos cuatro millones o así. En España es una buena cifra. Han llegado a esas cifras temas nuestros como Callejero o Cae la noche. Nos ha dado dinero, pero nos lo hemos repartido entre los que estamos en el proyecto. Te aseguro que hay gente que está haciendo mucho dinero con esto.
P ¿Qué perfil tienen los artistas de trap?
R Es gente joven y hay mucha gente de barrio. Pero hay de todo. También hay gente que va de una cosa que no es. En el trap como en otros géneros hay mucho postureo. Porque también hay gente que en realidad es muy pija y lo hace. Lo que quiero decirte es que al final el género de música no hace a la persona.
P ¿Hay diferencias entre producir a gente que de verdad es callejera a la que no y hace trap?
R Hay diferencia, sí. Se nota. A mí me gusta la gente real. Pero si son serios, trabajan bien y ganan dinero, tampoco tengo nada que decir. Un aplauso por ellos.
P ¿Produce desde casa?
R Ahora mismo sí. He tenido varios estudios de verdad, compartidos con otra gente. También estuve trabajando en la academia Yamaha. Lo último que hemos grabado lo hemos hecho con un micro de 60-70 euros del año 2003 bastante usado, pero te aseguro que si sabes dónde tocar con el ordenador puedes hacer sonar las cosas.
P ¿Confundimos lo que es trap y lo que no?
R Sí, bastante.
P ¿Puede poner orden en ese caos mental?
R Es un tema tabú por lo visto. Hasta los que estamos en esto tampoco tenemos conciencia de lo que es exactamente. En EE UU es una cosa y aquí en España, otra. Además ahora todos los géneros están muy mezclados. Y entonces ya no sabes cómo etiquetar una canción o en qué género. Puedes decir que es R&B, trap, hip-hop, soul y electrónica. O música latina en algunos casos. Está todo muy englobado.
P ¿El trap es machista?
R ¿Como género per se? No lo creo. Eso depende más del artista. En el reguetón sí veo que las letras son más sexistas. Hay más porcentaje. Pero el machismo está presente en letras de metal o de rock. En el trap también hay muchas artistas feministas. No todo es como las Cuatro babys de Maluma.
P Son letras hedonistas: fiesta, drogas, diversión. Algunas rozan la delincuencia.
RYo veo que hay mucho cachondeo en algunas de ellas.
P ¿No ve en parte a una juventud frustrada?
R En algunos artistas puede que sí. Depende un poco de la experiencia de cada uno. Yo habría preferido vivir un par de años atrás. Las cosas estaban mejor. Pero en esto del trap pasa como en todos los géneros. Hay mucha gente que está intentando subirse al barco y se nota que no saben hacer una letra.
P La juventud no conecta con el indie. ¿El trap es más directo?
R Exacto. La poética del indie está más alejada de la realidad de los jóvenes. A los chavales hay que hablarles de una manera más directa, fácil y entendible. Con la música seria no conectan. Por otra parte, algunos artistas del trap hacen música reivindicativa, como Hard GZ. Ahora ha puesto en marcha un crowdfunding para montar una escuela en Senegal. Y en las letras se queja bastante de cómo van las cosas, de cómo les va a los jóvenes y del mundo que nos está quedando a nosotros. La imagen que tienen estos artistas es también más actual y potente que la del mundo del rock.
P ¿Son artistas que manejan mejor las herramientas digitales?
R Seguramente sí. Usan mejor los canales por los que se mueven las generaciones nativas digitales.
P Es una música que empieza a llamar la atención de multinacionales y grandes festivales como el Sónar.
R Sí. En 2015 estuve con un compañero mío en el Arenal Sound. Actuábamos como Kymaira. Fue una gran experiencia. Muchos artistas de trap están sonando ahora en la radio. A C. Tangana lo pinchan diariamente por todos los diales. Lo que ha sacado está bastante bien.
P ¿Hace falta un diccionario para escuchar esta música?
R (Risas) Sí. Hay cosas que si no me las explican tampoco las entiendo. Son palabras de jerga callejera. Los chavales esto lo aprenden en seguida. Se necesita un diccionario de la calle. Estas palabras las encuentras en Google seguro. Pones “popo” y te sale que significa policía.
P El trap ha roto la lógica comercial del negocio.
R A nivel musical, al menos en gente joven, este género es el que está dando más dinero. Es un género muy underground, pero con el que sólo ganan dinero los que están practicándolo de manera comercial. Es un género underground hecho comercial, con la fórmula y los patrones de la música comercial. Hay mucha gente haciendo rap, trap o R&B a la que nadie escucha porque no siguen un patrón comercial.
P A la hora de hacer dinero, ¿cuáles son los canales?
R YouTube y Spotify. Luego las marcas se ponen en contacto contigo. Te tienes que poner a monetizar las canciones.
La monetizas directamente en la configuración de YouTube y luego necesitas un partner. Si no, cobras muy poco.
P Si triunfas en esas plataformas, ¿las discográficas grandes se ponen en contacto contigo?
RNo te creas. Hay gente que no está en ninguna discográfica y está haciendo mucho más dinero que el que estaría haciendo con una discográfica. Si la discográfica va a poner dinero en ti, en promoción, está bien. Si no, es mejor continuar solo porque vas a hacer más dinero. Ellos se van a quedar con un porcentaje muy alto de un beneficio que has conseguido creciendo tú solo. Hoy en día puedes crecer solo y hacer dinero tú solo.
P ¿En Palma dónde se pueden ver conciertos de trap?
R Vamos más a festivales de fuera, por España. En Palma no hay una escena visible. Como mucho, hacen algunas cosas en Es Gremi. Por ejemplo, los jueves con Rock & Play.
P ¿Escucha otro tipo de música?
R Ahora mismo me gustan mucho el R&B y el soul. Pero lo nuevo y más moderno. Por ejemplo, Drake. Tiene canciones que podría decirse que tienen algo de trap. Es lo que te venía a decir antes. Como está hecho de una forma mainstream, al final viene a ser pop. La mayoría de artistas grandes del mundo, Rihanna, Justin Bieber o Drake, ¿qué hacen? R&B, trap, todos han pasado por lo que está pegando fuerte. Siempre evolucionan hacia lo que está de moda. Y si el trap pega, ellos van a coquetear con el trap. Y al final es pop, porque la música que hacen ellos es la música más mainstream que se va a escuchar. Estos artistas ya han hecho que el trap sea mainstream. Incluso gente del rock ya está haciendo trap. O del indie: los Planetas, La Bien Querida. No tiene sentido mofarse del trap. Lo escucha todo el mundo.
