El artista gráfico finlandés Touko Laaksonen (1920-1991) no alcanzó alturas creativas de otros homosexuales como Andy Warhol, el fotógrafo Robert Mapplethorpe o, saltando a la literatura, García Lorca. No fue un gran personaje, parece fuera de duda, pero sus paisanos han considerado que merecía un biopic. Por un motivo básico: Contribuyó, con un grano de arena que fue creciendo en tamaño, a aumentar la autoestima de su colectivo en todo el mundo. Logró trasladar sus fantasías sexuales, policías, moteros, leñadores hipermusculados e hiperdotados genitalmente, a unos dibujos que, además de incitar al onanismo, mostraban mano de artista.
La película repasa varias décadas de la vida de Laaksonen, con dos etapas muy remarcadas. La II Guerra Mundial y su posguerra, cuando la homosexualidad era un crimen castigado con cárcel o psiquiátrico (o castración en Inglaterra, como le ocurrió al científico Alan Turing) tiene más tensión dramática. Su inseguridad, su miedo a las autoridades, la obligación de ocultar a su hermana su condición, están bien remarcados. El actor Pekka Strang, con un físico igual de potente que el dibujante (muy alto, facciones llamativas), está además soberbio. La segunda parte, cuando se reconoce por fin su talento en Estados Unidos, pasa de refilón por el primer embate del SIDA y al actor le pesa el exceso de maquillaje para avanzar su edad. Resumido, biopic no excelso, inferior al del boxeador Olli Maki, pero muy interesante aún así. La fotografía, las actuaciones, la música, muestran con finura las inquietudes, las decepciones, los miedos, las alegrías, el inevitable paso del tiempo en un artista. Homosexual, sí, ¿y?
Tom of Finland
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Nacionalidad: Finlandia, 115 mins. Director: Dome Karukoski. Actores: Pekka Strang, Lauri Tilkanen, Jessica Grabowski. Cines: CineCiutat.
