Terele Pávez o María Teresa Ruiz Penella, su nombre oficial, era una de las grandes actrices secundarias del cine español, con papeles marcados por su fuerte carácter.Nació el 29 de julio de 1939 en Bilbao, aunque su vida estuvo vinculada a la ciudad de Madrid desde joven.

Entre otros, dio vida a Pilar Prados, la última mujer ajusticiada por el garrote vil en 1959, en 'Las envenenadoras de Valencia' (1984), de Pedro Olea; a Mauricia en 'Fortunata y Jacinta' (1969), de Angelio Fons; a Régula en 'Los santos inocentes' (1984), de Mario Camus; o a 'Celestina', en la adaptación de Gerardo Vera en 1996.

Era nieta del compositor Manuel Penella, hija de Ramón Ruiz Alonso, dirigente de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), quien detuvo al poeta Federico García Lorca, y hermana menor de las también actrices Emma Penella y Elisa Montes.

A lo largo de su dilatada carrera trabajó en cine, teatro y televisión. Debutó en la gran pantalla con 12 años, en la película de Luis García Berlanga 'Novio a la vista', y desde entonces su carrera estuvo marcada por la falta de continuidad, con períodos de alejamiento de las pantallas y regresos con papeles importantes.

Aparte de los trabajos ya citados, Terele participó en 'El espontáneo' (1964), de Jorge Grau; 'Réquiem por un campesino español' (1985), de Francesc Betriu; 'Rumbo Norte' (1987), de José Luis Ganga; o 'Diario de invierno' (1988), de Francisco Regueiro. En 1990 rodó con Roberto Bodega 'El ángel caído' y en 1997 con Agustí Villaronga en la cinta '99.9'.

En los últimos tiempos, se había convertido en una actriz fija de las películas de Álex de la Iglesia, en 'El bar' (2017), 'Mi gran noche' (2015) y, antes de 'Las brujas de Zugarramurdi', en 'Balada triste de trompeta' (2010), 'La comunidad' (2000) o 'El día de la bestia' (1995).

En televisión trabajó, entre otras, en las series 'Cañas y barro' (1978), de Rafael Moreno Marchent; 'La barraca' (1979), del argentino León Klimovsky; 'La huella del crimen: las envenenadas de Valencia' (1985), de Pedro Olea; 'El Quijote' (1991), de Manuel Gutiérrez Aragón; y, en los últimos tiempos, en la serie de TVE 'Cuéntame cómo pasó'.

Su paso por el teatro

Igualmente, desarrolló una importante carrera teatral. Entre otras, representó con gran éxito 'La casa de las chivas', de Jaime Salom; 'Madre caballo' (1997-1998), una adaptación de Emilio Hernández de la 'bretchiana' 'Madre coraje'; y 'Fedra'. Sus más recientes reapariciones escénicas fueron 'La duquesa al hoyo... y la viuda al bollo' (2009) y '¡Mamáááá!' (2010).

Poco antes, en 2008, los medios de comunicación se hicieron eco de que se quedó durmiendo en la calle acompañada por un indigente. Ella argumentó entonces que "no soy una indigente, no tengo problemas con el alcohol, bebo o no bebo, y no vivo en la calle", sino que "ese día" me quedé "dormida mientras hablaba con un amigo" indigente.

A lo largo de su carrera fue reconocida con numerosos premios. Contaba con, entre otros, con el Premio del Sindicato del Espectáculo; el Premio de la Crítica de Barcelona; y tres Premios de la Unión de Actores. En 2008 recibió el homenaje de la Mostra de Valencia-Cinema del Meditarrani.

En 2013 ganó el premio Goya a la mejor interpretación femenina de reparto por 'Las brujas de Zugarramurdi' (2013) y fue candidata en otras cinco ocasiones a este galardón por 'Laura, del cielo llega la noche' (1987), 'Diario de invierno' (1988), 'La comunidad' (2000), 'Balada triste de trompeta' (2010) y 'La puerta abierta' (2016). Además contaba con Premio Feroz por 'Las brujas de Zugarramurdi'. Una de sus últimas distinciones fue el título de hija adoptiva de Castilla-La Mancha, que recibió el pasado 31 de mayo.