El actor Joan Carles Bestard, conocido por su personaje de Madò Pereta, recibió una de las mayores ovaciones del público en el estreno de la obra ´la bella Helena´ ayer en el Teatro Romano de Mérida. El mallorquín, que comparte el espectacular escenario con la extriunfito Gisela, Leo Rivera y Javier Enguix entre otros, interpreta a Calcas, sumo sacerdote de Zeus, en el desternillante montaje ideado por Ricard Reguant de la opereta de Offenbach.

Con el estreno de esta obra, considerada el germen de la comedia musical, la 63ª edición del Festival de Mérida rompe con el drama y la tragedia de los montajes que han precedido a la ´bella Helena´.

Ya el inicio del espectáculo es toda una declaración de intenciones: "Dioses y mortales somos iguales, a todos nos gusta divertirnos y reír". Y eso, precisamente, es lo que hizo el público, que no escatimó en aplausos durante y al final de la obra.

Música, ritmo, canciones y bailes, que evocan al estilo cabaret, se intercalan con diálogos para envolver el Teatro Romano en una atmósfera de parodia y regocijo.

Y en esta fiesta de la mitología, Gisela, que da vida a una Helena de Esparta atrapada en un matrimonio infeliz con Menelao (Javier Enguix), brilla con su dulce voz y presencia en el escenario, donde hace gala de una faceta más desenfadada en una obra en la que no falta el humor y los chascarrillos.

La actriz catalana, curtida en musicales, queda prendada de Paris (Leo Rivera), un atrevido príncipe troyano al que le gustan mucho las mujeres pero que acaba perdidamente enamorado de la sensual Helena. Su amor y huida provocará la guerra de Troya.

Pero para eso hay que retrotraerse al origen de este conflicto bélico, el célebre juicio de la manzana, provocado por la diosa de la discordia Eris (en la piel de Cata Munar), en el que el juez es Paris, convertido en "bucólico, pastoril y campestre" pastorcillo por la profecía que auguraba su papel en la caída de Troya.

Afrodita (Rocío Madrid), Atenea (Marta Arteta) y Hera (Graciela Monterde) se disputarán el título de la diosa más bella, que ganará la primera tras ofrecer a Paris el amor de la mujer más hermosa de la tierra, Helena.

Ni el oráculo de Calcas: "defiende a tu cordero, lobo cornudo, del pastor viajero", hará que un despistado Menelao, obsesionado con su "corona", intuya lo que está pasando, por lo que la historia de amor sigue su curso.

"Y como tanta felicidad es incompatible con la discordia", Eris urde un plan para que Menelao los descubra en el lecho, momento en el que el príncipe troyano escapa gracias a su guardiana la diosa del Amor, que sufrirá en sus carnes la venganza por este hecho.

Un enamorado Paris no se da por vencido y, a través del engaño, consigue huir a Troya con Helena, lo que luego desembocaría en una de las mayores batallas de la historia.

Por eso, al final del montaje se lamenta que siempre ha habido "más guerra que paz" y que "nos importa más tener la razón".

No han faltado las chanzas a costa de la actualidad política, como cuando Calcas, interpretado por un ovacionado y cómico Joan Carles Bestard, le dice a Menelao: "Sé fuerte", o cuando alude al "finiquito en diferido" a Hércules.

Además de lo cómico, contribuye a atrapar al espectador cada una de las 18 canciones que se suceden en el montaje, bajo la dirección musical del compositor Ferrán González, y los sugerentes bailes coreografiados por Maite Marcos, que aúnan danza y teatralidad.

"La bella Helena", que es una coproducción del festival y la compañía dombenitense Rodetacón Teatro, permanecerá en cartel hasta este domingo, 6 de agosto.