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Cine

La película sobre Alexander McQueen se viste de Mallorca

El documental definitivo sobre el diseñador fallecido recoge su paso por la isla y su relación con el modisto mallorquín Sebastià Pons ?

Mallorca es uno de los focos del filme definitivo de Alexander McQueen, icono mundial de la moda. El diseñador Sebastià Pons, amigo personal y colaborador del modisto, fallecido en el año 2010, es uno de los testimonios fundamentales del documental dirigido por Ian Bonhôte. Una cinta que se presentará en la próxima edición del Festival de Cannes.

Tal y como revela a DIARIO de MALLORCA, el diseñador, profesor y director creativo de IED Barcelona, Sebastià Pons, acaba de regresar de Londres del rodaje del próximo documental de McQueen. Dos días intensos y muy emotivos en los que ha explicado su relación con el diseñador del Reino Unido y su conexión con la isla: "Le encantaba ir a Es Trenc, Cala Mondragó y la playas de Muro. Disfrutaba con la paella de mi madre y las anchoas en lata", cuenta el diseñador mallorquín, quien aporta a este periódico imágenes inéditas del modisto en Mallorca. En 1992 un joven Pons llegó a Londres para estudiar en la prestigiosa Central Saint Martins, donde se conocieron un día en la cantina, y desde entonces se entabló una estrecha relación. Cuando Pons se graduó en 1995, enseguida se incorporó en el equipo del McQueen Se convirtió en ayudante creativo, en el mismo momento que l'enfant terrible de la moda se convirtió en el diseñador creativo de Givenchy. "Éramos sus empleados, hacíamos horas extraordinarias, pero éramos como una família", explica el mallorquín. Necesitaba un grupo de confianza que comprendiera su forma de crear: "parecía que viajaba a otra dimensión, volvía y te contaba lo que quería hacer, sonaba a ruso. Era un genio", apunta. La película se centra en la belleza, el atrevimiento y la vivieza del mundo único que él creo.

El primer año que pisó la isla fue en 1996, "Y creo que fue la primera vez que estuvo en una playa", comenta Pons, "Fuimos a Es Trenc y alucinó. Caminaba por la playa dando patadas al agua salpicando", continúa. Meses después, presentó el desfile de la colección Bellmer la Poupée, donde las modelos caminaban por una pasarela de agua: "Qué casualidad que después de venir a Mallorca y lo de Es Trenc, haga este desfile sobre el agua", reflexiona. Mallorca"le daba paz, era una vía de escape, le daba diferentes cosas. Sino, no habría venido aquí a comprarse una casa", añade. En 2006, McQueen adquire una casa en Santa Ponsa, de estilo moderno. Desde su obtención, venía una o dos veces al año durante 15 días. En la actualidad, pertenece a Sarabande Foundation, creada por el diseñador hace 20 años, convirtiéndose en la única vivienda que queda del diseñador.

La marcha de McQueen

En 2001 Pons deja de trabajar con McQueen, para irse a Nueva York como socio de Miguel Adrover durante dos años. Una separación dolorosa para ambas partes, "si ahora volviera atrás no sabría si volvería a hacerlo igual", confiesa. Su reencuentro sucedió tres años después en Ibiza. El diseñador mallorquín se encontró con un McQueen muy cambiado: "cuando lo abracé era la mitad de como yo lo recordaba, un saco de huesos", pero automáticamente volvieron a retomar la amistad.

Cuando el mallorquín quiso lanzarse en solitario, McQueen le ayudó económicamente con su debut en las pasarelas de Nueva York en 2004."Tuve que mirarme al espejo y ver cuál era mi propio estilo. Me tenía que desvincular de McQueen y de Adrover", explica el diseñador. En esa etapa se encontraba en casa, S'Alquera Blanca (Santanyí). "Entonces lo vi claro, mi estilo era el mediterráneo. Cuando vuelves a casa ves más la belleza de tu tierra, y te aferras", confiesa. "Mallorca es un museo viviente, tenemos que mantenerlo y sacarle jugo. Los alemanes cada día son más dueños de la isla y no lo podemos consentir". Nos van a comer", añade. Pero al buscar apoyo en el producto mallorquín se encontró sin respaldo, una industria que no apoya el sector de la moda. No quiere presentar ninguna colección: "El mundo de la moda ha cambiado, la pasarela está obsoleta, todos se van de Nueva York", apostilla. Eso no significa que esté inactivo: da clases en el IED de Barcelona, continúa diseñando a medida en su taller de Es Calonge, sigue informándose y documentándose, en su casa repleta de libros. Además, tiene pensado publicar un libro sobre su experiencia en el mundo de la moda antes de los 50 años.

En 2009, Lee Alexander McQueen vino por última vez a Mallorca confensando a Pons que había diseñado su última colección:"Cómo que última, dirás la próxima", fue la respuesta del mallorquín al que el modisto británico se reafirmó "No, la última. Lo tengo en mi cabeza. Cuando muestre mi última colección, me suicidaré. Voy a acabar con todo esto". Uno de los últimos consejos que le dió el bad boy de la moda a Sebastià Pons fue: "Mantenlo pequeño. No quieras crear un gran imperio o serás esclavo de él", y así lo hace.

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