Once años han pasado desde el primer Artdemossa. Cada vez son más los visitantes que pasean durante esta Nit de l'Art por las animadas calles de este pueblo. La pasada edición fueron alrededor de 12.000 asistentes, y en ésta, la organización preveía muchos más, de ahí que se ampliara el recorrido y se añadiera un escenario para disfrutar de la música.

Un día en el calendario que tienen marcado muchos artistas de la isla: "El pasado año teníamos unos setenta puestos, hoy son más de cien", comentó el regidor de Cultura, Dídac Alcalá. Sobre las 16 horas se montaron los primeros expositores bajo un cielo nublado, y entre unos pocos turistas que se sorprendieron con esta cita. Los niños fueron los primeros en disfrutar de la jornada y tuvieron un Horabaixa monstruós en Ca les Quenques. Mientras que los Jardins de la Cartoixa dieron el pistoletazo de salida a las actuaciones de música, danza, teatro y diferentes performances, para todos los públicos. A medida que caía el sol, el cielo se fue despejando y gente de todos los puntos de la isla fueron llenado las calles. No faltó el buen ambiente en ningún momento.

Una gran noche

A las 23.30 el Artdemossa vivió su momento culminante, convirtiendo el pueblo en una explosión de arte. El grupo Escorpio compitió por público con la batucada, que salió desde la plaza Pública hacia la Cartoixa. Saxophobia Funk Project fueron los encargados de poner el punto final a la noche, en la plaza de la Cartoixa. Los hornos y bares del pueblo bajaron las barreras con casi todo vendido. Los responsables de las diferentes propuestas de comida ambulante volvieron contentos a casa. Y todos lo asistentes están expectantes ante la próxima edición.