Arranco (no es la primera vez) con un desvarío: curioso/paradójico que, en pleno fragor del Brexit, una película que ensalza el momento cumbre de la historia reciente del Reino Unido, su fortaleza durante el blitzkrieg de la fuerza aérea nazi, recurra a una directora europea (la danesa Lone Scherfig, Italiano para principantes, An education). Sobre este mismo tema, los bombardeos de Londres vistos desde el sufrimiento, la supervivencia, la capacidad de sobreponerse de los civiles, el mejor referente sigue siendo Esperanza y gloria (John Boorman, 1987).
Scherfig, adaptando una novela de Lissa Evans, le da un toque 'noche americana'. La protagonista (Arterton) es contratada para ayudar en el guión de un largometraje comercial y propagandístico a la vez y ensalzar la abnegada labor de los civiles en el conflicto. No hay el menor atisbo (tampoco en la película de Boorman) de pacifismo, de cuestionar a los políticos que se enzarzaron en esa terrible guerra. Sí un costumbrismo bonachón y una oda al cine. Se agradece que se realce la labor de los guionistas, especialidad muy pocas veces valorada. Se resiente que los personajes apenas tengan cuerpo. El triángulo amoroso de los jóvenes, las puñetas del actor mayor estufado (Nighy) o el tarugo americano, y las batallitas del rodaje son demasiado previsibles. La alternancia entre momentos dramáticos, cómicos y sentimentales está hecha con calculadora. Los actores se esfuerzan, no se salen. Sólo destacan la (bella) naturalidad de Arterton y las limitadas apariciones de Jeremy Irons y Richard E. Grant. Película leve e impostada; también optimista y bondadosa, correcta opción para evadirse de sucesivas olas de calor.
Su mejor historia
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Nacionalidad: Reino Unido, 110 min.
Director: Lone Scherfig
Actores: Gemma Arterton, Sam Clafflin, Bill Nighy, Jeremy Irons
Cines: Augusta, CineCiutat
