Que se dejen de pamplinas, de sandeces y chuflerías varias debió pensar el señor presidente de la corrida de ayer en Inca cuando un reducido grupo de interesados, en un afán de barato y absurdo triunfalismo, solicitaban la vuelta al ruedo de los de La Dehesilla corridos en cuarto y quinto lugar. Ni caso. El Sr. Salort, tuvo en cuenta desde mucho antes del inicio, que lo de ayer era festejo mayor y como tal debía corresponder su actuación. Laudate Dominum.
La corridita de Pereda fue sobradamente terciada para una terna de semejante envergadura. Lo que en el argot de ciertos aficionados vendría a ser que ´els tres primers eren petits i els tres darrers estaven justets´. Carentes de transmisión pero nobles y de buen juego en líneas generales que se prestaron al lucimiento de los espadas actuantes.
Lo de la suerte de varas de ayer en Inca podría ser catalogado como un insulto. Un mero trámite. Ejecutarla únicamente con una de las dos rayas que delimitan el tercio y como consecuencia ignorar su razón, es lo mismo que tener una tía en Granada. Així no anam. De cap de ses maneres.
Manuel Escribano anduvo parsimonioso en sus trasteos Templado y variado. ante el lote más bonancible. Sobrado, al igual que sus compañeros de terna. A su primero lo pasaportó de un bajonazo pueblerino. La oreja que paseó fue fuertemente demandada, como el doble trofeo del cuarto tras una estocada algo caída y tendida. Salió a hombros junto a Iván Fandiño que rayó a gran altura en el quinto del que se le concedieron los dos apéndices tras cobrar una estocada. Intrascendente en su primero del que escuchó un aviso después de una casi entera y dos descabellos. Saludó desde el tercio. Lamentablemente, Fortes pasó inadvertido. Acusó ciertas carencias físicas y un desacertado manejo de los aceros. Silencio y saludos fue el balance de su actuación.
Despacito
Justo es reconocer el esfuerzo de la empresa Asociación Alcúdia Taurina para llevar a cabo la corrida de ayer en la capital del Raiguer. Algo está cambiando. Se percibe. Aunque despacito, como el tema de Fonsi que tan de moda está y que llegó a colarse durante el intermedio del festejo, fruto de la actitud de la banda Els Bergants que son una apuesta segura para tratar de olvidar ciertos males.
