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Crítica de cine

Nadar entre transatlánticos

Hace seis años Joseph Cedar logró una nominación al Oscar en lengua no inglesa por Pie de Página. Comedia sutil, muy original y lograda, sobre el cainismo y las batallas de egos en el mundo docente. Con Norman ha intentado repetir la fórmula sin repetirse del todo. Mantiene su humor peculiar, la estructura capitular, su querencia por personajes mayores con ambivalencias personales; y su estilo con música juguetona y algunos encuadres originales.

Paso al argumento. Norman trata de un vejete buscavidas (Gere) que intenta abrirse paso solo en el mundo financiero moviendo contactos y envolviéndolos con su labia y paciencia. En un momento inicial del filme, su sobrino (Sheen) le recuerda que se está metiendo entre transatlánticos; Norman le responde que lo sabe, pero es un excelente nadador. Esa metáfora me temo que no se ajusta a la realidad de Wall Street. Yo lo definiría con otra, retórica: ¿Sobreviviría una piraña en una bahía llena de tiburones? La respuesta es obvia. La película tiene recorrido por un golpe de suerte bien planteado en el guión, pero cuesta conectar con el personaje. Abusa de las manipulaciones, de las medias verdades, las triquiñuelas, y sólo se redime al final por apoyar una (supuesta) buena causa. Además apenas se cuenta nada de su pasado ni de su vida privada. El filme amaga con despegar con el personaje que es un segundo Norman, y con el que hubiera entrado en territorio Chesterton, pero queda en finta. En conjunto se aguanta por su ironía, ese toque personal del cineasta y por el gran reparto, los citados en la cabecera más Steve Buscemi.

Norman

***½

Nacionalidad: Estados Unidos, 118 min.

Director: Joseph Cedar

Actores: Richard Gere, Lior Ashkenazi, Michael Sheen, Charlotte Gainsbourg,

Cines: Augusta, CineCiutat

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