Carles Rebassa, escritor "catalán de Palma", aplaudió ayer en su lectura del pregón inaugural de la XXXV Fira del Llibre que "durante unos cuantos días el centro rezume ciudad y no turismo, cultura y no marca comercial", al tiempo que reivindicó el uso de las palabras propias de la lengua catalana, cambiando el término de "pregón" por el de "crida". En su discurso, aplaudido por los presentes en el Espai Central del Born e ignorado por los turistas que eran mayoría en las terrazas, también hubo dardos, contra "un fantasma que recorre el mundo" y "se llama homogeneización, Metrópolis, de Fritz Lang, o 1984, de George Orwell, o FAES, del Partido Popular y sus amigos de color naranja, todo lo contrario de lo que inauguramos hoy".

La intervención de Rebassa, escritor que este mismo año ha ganado dos premios por su novela Eren ellsEren ells, el Ciutat de Barcelona y el de Tarragona, se enmarcó en el acto con el que se abrió la Fira del Llibre, que permanecerá en el Born hasta el 4 de junio, con un total de 43 casetas instaladas y tres terrazas integradas en la misma.

El pregonero también pidió al Govern que "sea firme, valiente, de izquierdas y de aquí", y al ayuntamiento que "emprenda políticas culturales abiertas, transparentes, con la transparencia que la cultura misma tiene, porque si no es transparente ya no es cultura, sino que son sillas, son empresas, son corbatas, son amigos".

Antes del pregón, autoridades y responsables de la Fira tomaron la palabra. La primera, la vicepresidenta del Gremi de Llibreters de Mallorca, Miquela Serra, quien afirmó que 35 ediciones, las que cumple la Fira del Llibre, ininterrumpidas, "son una demostración de trabajo continuado, de consolidación". También aclaró que el passeig del Born "es de todos los ciudadanos" y debe ser "apto para tomar un café y también para comprar libros", subrayó, para despedirse con una cita del poeta Biel Mesquida: "Llegir fa tornar guapos".

Por su parte, el concejal de Cultura, Llorenç Carrió, señaló que una cita como esta Fira "ayudará a que el sector sea más fuerte", mientras que Francesc Miralles, vicepresidente y conseller de Cultura del Consell, aseguró que esta edición es la "más mallorquina" en 35 años.

La intervención más esperada era la de Carles Rebassa (Palma, 1977), que pronunció su discurso ante un auditorio entre los que se encontraban muchas de sus amistades y no pocos escritores. El poeta y novelista apeló a "lograr que la letra escrita se apodere del Born" y que "hagamos de la palabra escrita (...) una manera de comunicarnos, de autoreferenciarnos, de sentirnos nosotros mismos".

Tras recordar uno de sus encuentros con Blai Bonet, en Cala Figuera, Rebassa se definió como "ciutadà, ni de Palma de Mallorca, ni de Baleares, ni de España, ni de Europa", sino "un català de Palma, así me siento y soy", subrayó.

"Siempre que uno quiere entender al otro, lo hace. Siempre que hay entendimiento, mano extendida, naturalidad, respeto y convivencia, hay una tierra que florece y fructifica. Cuando hay cuchillos y colonización y compraventa tan solo hay eso mismo: cuchillos, colonización y compraventa. Y donde no hay, no busquen. O como decimos en mi casa cuando levantamos la copa para brindar, qui ens vulgui mal, que rebenti".

A sus amistades -Pere Perelló, Àngel Terron, Aina Vallespir, Tomeu Quetgles, Maria Vermella, Josep Camanegra, Emili Sánchez Rubio o Maria Victòria Secall-, algunos presentes entre el auditorio, les recordó el poema de Josep Palau i Fabre que dice "sóc d´aquí, sóc estranger", y les leyó un poema titulado El millor poema: "Mentre el meu amor vigila les cantonades pinto amb un esprai vermell en una paret: Visquen els Països Catalans".

El autor de libros como Els joves i les vídues destacó Palma como su origen y marca literaria y transitó por sus recuerdos de Ciutat con libros, librerías y escritores, al tiempo que realizó una alabanza a la sabiduría popular, la de "la terra de la qual naixes i t´enfiles, mentre tu t´adones que l´ésser mai no és acabat de fer, i que no hi ha endavant ni endarrere".

No faltó la crida a la necesidad de la lectura y de su importancia desde la primera infancia. "La lectura no como un acto obligatorio, ni como esnobismo, ni como termómetro comercial", destacando la figura del libro, "una puerta, que es abierta y que conduce a otro lugar, a otro tiempo, a otra mente".

Para la jornada de hoy, además de los actos que se destacan en la columna de la derecha, también habrá encuentros con autores, como Antònia Vicens, que firmará ejemplares de Tots els cavalls (12.00 horas. Rata Corner); Guillem Frontera, con Els plaers i les virtuts (18.00 horas. Drac Màgic) o Miquel Alenyà, con Del meu record (18.00 horas. Embat).