Eva Paricio nació entre títeres. Tanto le da poner voz a un perro como a un gato, una rana, un tigre, un payaso-equilibrista, Caperucita Roja o al mismo Ramón Gómez de la Serna. Y precisamente en Maricastaña, de cuentos va la cosa. En total, la hija de los fundadores de Los Titiriteros de Binéfar da vida a las 32 marionetas que esperan ansiosas en la parte trasera del escenario que su mano mágica les de protagonismo para tener su momento de gloria ante el público. Hay de todo tipo: de hilo, de guante, de silueta, de cucurucho, de bocones o de objetos. Maricastaña ha dado el pistoletazo de salida del XIX Festival Internacional de Teatre de Teresetes que desde hoy hasta el domingo subirá a escena unos 34 montajes. Mañana Maricastaña, que ya se ha representado en Sineu, aterrizará en La Misericòrdia a las 12.30 horas.

¿Y cómo es el mundo de los títeres entre bambalinas? La maestra de las marionetas explica que crear un espectáculo de este calado conlleva unos cuatro meses de trabajo pero como siempre "hay bolos de por medio, se puede decir que un montaje se está cociendo durante más de un año". Paco Paricio, fundador de la compañía en 1975, firma la dirección y la dramaturgia de este montaje para los más pequeños y sus familias. Una vez conseguido el guión, toca diseñar la escenografía de lo que se encarga el propio Paco Paricio y dar vida a las marionetas, obra de Matías de Arriba. Lo de perfilar el vestuario de los actores se deja en manos la modista Mercè Viladrosa. Una vez todo cocido, solo queda ensayar y a por las actuaciones.

Auténticas joyas

En el caso de Maricastaña, tener a los muñecos listos para entrar en acción conlleva más de una hora y media de montaje. Y si en la parte trasera están las marionetas, en la delantera aguarda una biblioteca con auténticas joyas de la literatura: cuentos de coleccionista encontrados por Paco Paricio, un apasionado de los anticuarios que buscando y buscando encuentra verdaderos tesoros para luego convertirlos en espectáculos. En el otro rinconcito del escenario, la parte musical del montaje. Bruno (Pablo Borderías) se encarga de poner la música a los cuentos y títeres de Maricastaña. Su banda es algo peculiar. Sus instrumentos evocan a los juguetes para hacer las delicias de los más pequeños con sus ritmos de canciones populares. Debajo de un botón, E l barquito Chiquitito, La rana cantaba debajo del agua o Yo tenía 10 perritos son algunas de las piezas que acompañan sus historias. Un gato durmiendo dentro de un sombrero, un payaso-equilibrista aguantando en su nariz una barra pesada o un desfile de ranas, moscas y diablos. Todo esto y mucho más ocurre en el mundo de las marionetas de Maricastaña.

Ramón Gómez de la Serna, Juan Ramón Jiménez, Miguel Hernández, Antoniorrobles o María Elena Walsh son algunos de los autores que cobran vida en este montaje, un espectáculo de literatura infantil y de cuentos creado para los más pequeños de la casa con el fin de servirles la literatura engalanada con títeres, fábulas y canciones populares. "Nos gusta recuperar los cuentos de tradición oral porque se están perdiendo. Me parece muy triste que muchos niños desconozcan canciones tan populares como El barquito", confiesa. Maricastaña y Bruno son los dos personajes que llegan de ese lugar arcano en el que viven los cuentos. Entonan músicas populares, recitan fábulas, inventan disparates y hacen danzar a los polichinelas en el retablo.