El jurado que debía elegir al director del Casal Solleric acusó ayer a la directora general de Cultura, Francisca Niell, de ocultar correos de la ganadora. Aunque según la concejalía no hubo intención de esconder nada, sino de esperar a la reunión con el patronato para presentar el e-mail. En estos correos, la finalista exponía los dos motivos por los que renunció a la dirección y también negó que el tribunal la hubiese intimidado.

El pasado mes de abril este periódico informó de que el concurso para designar al nuevo director de la Fundació Palma Espais d'Art (FPEA) había quedado desierto. La segunda finalista fue descartada por el tribunal en la fase de entrevista. Y la persona ganadora renunció al cargo por dos motivos que le expuso por correo a Francisca Niell. Además, envió un tercer e-mail en el que desmentía que el jurado la hubiese intimidado.

El tercer correo se envió el 1 de mayo, pero su contenido no se dio a conocer hasta el pasado día 11 en la reunión del patronato. Según el tribunal, "Niell ocultó el correo durante diez días, a pesar de que la ganadora solicitó que se reenviara al jurado y permitió" que se les difamará. No obstante, Cort asegura que no hubo intención de esconder nada, sino de esperar a la reunión. La concejalía explicó que "siempre se hace así". Aunque desde el PP consideran que "dada la relevancia de la información habría sido oportuno revelar antes el contenido del e-mail".

En este correo la finalista negaba las acusaciones de intimidación. Aseguró que Carles Gispert, Santiago Olmo, Cristina Ros, Piedad Solans y Berta Sureda "en ningún momento" la coaccionaron. "Sus preguntas fueron correctas y pertinentes en relación al cargo y la posición que se valoraba, y su trato fue siempre cordial", escribió.

En cuanto a los dos correos previos, uno de día 12 y otro de día 17, la ganadora le explicó a Niell el porqué de su renuncia. Se dieron a conocer el día 28 en el patronato. El primer motivo esgrimido era "la indefinición del modelo estructural del Casal Solleric". Cuestión que según ella "se debería haber resuelto antes de convocar el concurso". La segunda razón era de naturaleza contextual. Esta persona consideró que en Palma se habían generado diversas sensibilidades artísticas difíciles de encajar que desconocía. Explicó que esto modificaba sus espectativas.