Europa descubrió ayer al portugués Salvador Sobral, ganador del concurso televisivo más visto del mundo, aunque Mallorca disfrutó de su música mucho antes.

En 2011, el joven luso, que contaba entonces 21 años, llegó a la isla con una beca Erasmus para estudiar Psicología en la Universitat y, de paso, probarse como cantante en los escenarios de Palma y la Part Forana. "De inmediato advertí que tenía una voz muy especial. Me recordaba a Sinatra de joven. Pensé que era un músico que valía la pena tener en el escenario, tenía que ser escuchado", recuerda el promotor y bajista Pep Estrada (ex de la Quartet de Baño Band), quien decidió darle una oportunidad en el Vamp, el antiguo local de la calle Industria.

"Era un tipo fantástico. Al principio no tuvo mucho público pero poco a poco la bola de nieve se hizo grande y al final reunió a bastante gente en sus conciertos. Es un placer haberlo tenido en mi local", añade Estrada, orgulloso de que Sobral haya pasado de tener una audiencia de unas 200 personas, las que caben en el Vamp, a 200 millones, la audiencia que tuvo Eurovisión.

"En cuanto abrió la boca me llamó la atención. Era un chaval con pinta de frágil pero qué voz... espectacular, delicada y muy bonita. Cantaba muy bien y tenía mucho feeling", asegura Miquel García, también músico, de los grupos Roulotte y The Claps, que no olvida su actuación en el Vamp.

El intérprete de Amar Pelos Dois (Amor para dos), la canción que le brindó 758 puntos y le coronó en Europa, por delante de Bulgaria y Moldavia, no soló actuó en el Vamp en media docena de ocasiones. También lo hizo en el Blues Ville, con el guitarrista Balta Bordoy; el Royal Beach de Muro; la Assaig, con Steve Bergendy; o el Blue Jazz Club del hotel Saratoga, en el Passeig Mallorca, con un cuarteto que completaban Pere Bujosa al bajo, José Luis García a la batería y Omar Lanuti a la guitarra.

"Enhorabuena al gran Salvador Sobral por meter una patada en el culo a todos los que piensan que las buenas composiciones y los buenos cantantes no triunfan. No es Salvador el que gana con Eurovisión, es Eurovisión que gana con Salvador", escribió en Facebook el que fue propietario del BluesVille hasta su cierre, Ignacio Simó Orpi.

"La gente elige lo bueno", comentó otro conocido de la escena musical, Néstor Casas (La Gran Orquesta Republicana, Wonderbrass). "Qué grande", señaló el productor Antoni Noguera, quien tuvo a Sobral en su estudio, en 2012. "Lo recuerdo con gran placer y cariño, ya entonces era una auténtica gozada oirle cantar", agregó.

Peor suerte que Sobral corrió el representante español, el ´surfero´ Manel Navarro, que no cogió la ola y se estrelló. Quedó en última posición, le salió un gallole salió un gallo y logró tan solo cinco puntos del televoto.