Los Premis Ciutat de Palma de novela y poesía llegan a las librerías justo a tiempo para poder lucir y competir en la gran fiesta literaria, la Diada de Sant Jordi. El departamento de Cultura de Cort presentó ayer el Premi Llorenç Villalonga de Novel·la, Diable de Byron! de Joan Mas i Vives, y el Joan Alcover de Poesia, La Lentitud de la mirada de Joan Manuel Homar. El regidor de Cultura, Llorenç Carrió, agradeció el esfuerzo que han hecho las editoriales "porque en tres meses han hecho todo el trabajo y han tenido listos los libros para poder competir en igualdad de condiciones en Sant Jordi".

" Diable de Byron! , editado por Lleonard Muntaner, es un retrato muy interesante de la Palma del primer tercio del siglo XIX", presentó Carrió. "Es una novela sobre ambiciones y luchas de poder en la Palma de finales de la década de 1810", resumió el autor que a través de casi 300 páginas recorre la ciudad en un momento convulso, de 1818 a 1820. Todo sucede justo antes del Trienio Constitucional. "Era una época muy convulsa pero me ha interesado centrarme en la condición humana. Así los personajes que aparecen en la novela se mueven entre dos abanicos: los que tienen 60 años y trabajan para mantener un lugar de privilegio social y los de 20 años que pertenecen a una generación que irrumpe en la vida adulta dispuesta a no seguir el camino trazado". Mas i Vives explicó que la obra está escrita con un "narrador omnisciente" que se esconde a través de los personajes para presentar "una visión poliédrica". Esta narración se ve interrumpida por monólogos del canónigo de La Seu, Pere Josep Molines, acusado de satanismo y promiscuidad sexual por sor Joana Maria Muntaner, que con sus intervenciones permite aclarar muchas cosas al lector. En Diable de Byron! aparecen personajes históricos de primer orden como, por ejemplo, el Bisbe Nadal, Catalina Thomàs, Napoleón, Byron o los Borbones.

Cuestionado por si hay algún paralelismo con la actualidad, el escritor negó que hubiera alguna relación con el caso del obispo Javier Salinas, más que nada porque la novela ya estaba escrita cuando el escándalo en el Bisbat ocupó la primer línea informativa. De todas formas, dejó claro que "cuando las personas se ven envueltas en momentos convulsos se comportan igual antes que ahora."

Por su parte, Joan Manuel Homar habla de emociones en su poemario La lentitud de la mirada (El Gall Editor). Se trata de emociones complejas, comunes y compartidas por todo el mundo. Ello implica una mirada atenta, una mirada lenta. De aquí surge el título del Premi Ciutat de Palma de Poesia. "La obra pide una mirada poética capaz de crear realidades cuando expresa esta emoción", narró el autor. "La voz que habla es una instancia subjetiva y la unidad se consigue a través de la dicción porque, cuando lo lee la voz que se expresa desde la diversidad, se consigue la unidad". Esta variedad de tonos va acompañada de un conjunto de temáticas como el amor, el desamor, la muerte, la propia poesía o la belleza del mundo. En resumen, Homar describió que la obra galardonada ofrece una mirada del mundo a través de las emociones. De todas formas, el poeta tiene claro que "lo importante es sentir que el poema te entienda. El lector tiene que sentir que el poema crea empatía". El profesor honorífico de la Universidad de Barcelona tiene claro como docente que su misión es mostrar la poesía en toda su diversidad y explicarla para que quede claro que la poesía es comprensible. "Tengo la convicción de que para todo el mundo hay uno o dos poemas que le están esperando", sentenció Homar que el domingo firmará en Barcelona mientras que Joan Mas i Vives estará en Palma junto a sus lectores.