Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Antoni Parera Fons: "Estoy ilusionado, no es frecuente que una ópera contemporánea repita"

Con más de 450 obras registradas, ya trabaja en una nueva ópera, sobre la compositora Nadia Boulanger

El músico, compositor y productor Antoni Parera Fons. bartomeu amengual

-Un año después de su estreno en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, 'María Moliner' se dispone a pisar las tablas del Principal. ¿Qué siente a pocos días de empezar los ensayos?

-Una gran ilusión, porque no es frecuente que una ópera contemporánea se repita. Y si encima se repite en tu tierra, pues es un plus importantísimo.

-¿Qué recorrido lleva realizado hasta la fecha esta ópera y en qué otras ciudades se escenificará?

-Se estrenó en Madrid y Palma será la segunda ciudad en la que se representará. Hay más ciudades pero los programadores suelen tener las temporadas ya cubiertas y todo esto es algo que va lento.

-La web del Principal advierte: "La ópera necesita abrirse nuevos caminos para no perder el paso de la contemporaneidad".

-Las críticas han sido muy dulces y han mimado mucho esta ópera mía. Las voces están cómodas y cantan no guerreando con todos los elementos sino que todo es una sustancia que va a favor de todo. La música está en la dirección vital del personaje y los personajes conviven con la autenticidad, dentro de todos los cambios que ocurren desde el inicio hasta el final. Hay un pulso teatral que es creíble, auténtico. Creo que esto ha sido un factor importante para que digan eso, que es una continuidad de la ópera contemporánea.

-¿Qué le llevó hasta la filóloga y bibliotecaria María Moliner?

-De esta mujer conocía únicamente su obra, el resultado de su obcecación en un proyecto, el Diccionario [ de uso del español], que lo compré cuando salió su primera edición (1966). Esta ópera empezó con una sugerencia, de Paco Azorín [director de escena y escenografía], con quien ya había hecho una ópera documental, Con los pies en la luna. Así que dijimos: "A por la segunda". "¿Qué te parece María Moliner?", me pidió. Empezamos a leer e indagar, se sumó al proyecto la autora del libreto, Lucía Villanova, y trabajamos el modo en que podía contarse la historia. Inmediatamente me sentí fascinado por una mujer con estos propósitos, una mujer intelectual, de izquierdas, que tenía todas las adversidades. Al final triunfa, aunque el momento más dramático es que se queda sin palabras. Una mujer que dedicó su vida a las palabras pero que, por el Alzheimer, al final se quedó sin ellas. Fue un reto muy estimulante trabajar sobre algo que ha sucedido hace poco.

"Me he acercado a María Moliner con un absoluto respeto, pero también con tristeza por los insultos y amenazas que recibió"

-¿Con qué adversidades tuvo que bregar esta "académica sin sillón"?

-Primero: con el hecho de ser mujer. Segundo: querer trabajar sobre cosas que únicamente trataban los hombres, porque lo intelectual estaba reservado a los hombres. Además, su diccionario cuestionaba el diccionario de la Real Academia de la Lengua. Y era de izquierdas. Políticamente, intelectualmente, vitalmente... todo eran obstáculos a vencer. Fue un trayecto duro para ella porque nadie, empezando por las mujeres, aceptaba que se metiera donde no le llamaban.

-¿Una mujer "incómoda"?

-Claro, era vista como una impertinente. En uno de los actos de la ópera, el de la Academia, que lo hace Joan Pons, se dice: "Fijaros lo que está diciendo María Moliner sobre nosotros. Ja, ja, ja". Es una burla, una risa contra ella. "Pero qué dice esta tonta". La suya fue constantemente una carrera de salto de obstáculos.

-Obstáculos que halló incluso en su propia casa.

-Hay una escena, al inicio, donde empieza por sugerir a su marido [Fernando Ramón Ferrando], una persona culta, con carrera, y también de izquierdas, comprometida y relegada a no ejercer su trabajo [era licenciado en Física] por cuestiones políticas. Y le dice: "Oye Fernando, te acuerdas de aquello que hice del vocabulario de palabras aragonesas. Es que ahora tengo una idea..." Y él le dice: "Me asustas cuando tienes ideícas". "Pero será poco tiempo -añadirá ella- y no notaréis nada. Y además usaré este rincón. No seré un estorbo". Tenía que empezar por convencer en su casa.

-¿Cómo se ha acercado usted a esta mujer?

-Con un absoluto y profundo respeto, y teniendo muy presente esa lucha interna permanente no solo para conseguir su objetivo sino también venciendo todos los obstáculos que se le interponían en su hazaña. Me he acercado a ella con mimo y con todo el cariño, y también con tristeza, porque hay momentos de insultos y de amenazas. Trabajar en esta ópera ha sido para mí toda una seducción.

-¿Qué sentimientos despertará en el espectador la música de su ópera?

-Desde el inicio al final es un trayecto que pasa por muchos matices: el cariño, los insultos, el atropello... Y todo eso la música lo envuelve, lo comenta, lo vive. He tratado que la música sea un gran aliado de las palabras y de lo que ocurre en el escenario.

-¿Crear una obra nueva, sin referentes, tiene algo de excitante o, todo lo contrario, supone un salto al vacío algo aterrador?

-Es una mezcla de muchas cosas. Hay una adrenalina para vencer todo eso, para conseguirlo, y también hay un pánico que hay que superar. Son dos horas y pico de música sobre una cosa muy delicada. Hay muchos matices, estados de ánimo que cambian permanentemente. Todo da vueltas sobre el mismo personaje aunquer todos los personajes que la envuelven tengan su propio discurso."María José Montiel es María Moliner. Es una mujer de combate, insobornable, y con una voz preciosa"

-¿Por qué María José Montiel era la única que podía encarnar al personaje de Moliner?

-Porque ella es María Moliner. Lo vive de una manera visceral. Es una mujer de combate, mujer insobornable, obstinada en cumplir sus objetivos. Y tiene una voz preciosa, extraordinaria. Abre la boca y te produce un escalofrío. María José Montiel ha sido un verdadero hallazgo.

-En una obra que no solo es para ser cantada. Hay que darle fuerza al texto.

-Sí, el texto es muy importante en esta obra porque el amor que tiene Moliner es por su trabajo, y su trabajo está lleno de palabras, de texto, variante, de definiciones, y estas palabras tienen que tener vida. El texto tiene una gran vida. Se ha escrito que yo he conseguido "iluminar las palabras con la música". Un piropo que se agradece muchísimo. La música tiene un sentido silábico permanente.

-¿Tiene más óperas en el cajón?

-Estoy escribiendo otra, sobre Nadia Boulanger, el oráculo del siglo XX para la gran profesora que fue. Fueron tantos los músicos que la visitaron para recibir consejo o escucharla tocar. Estamos en ello, ya tengo algunas escenas y apuntes y esperemos que avance.

Compartir el artículo

stats