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Crítica de cine

Cosas que aprendió

De un documental sobre un reputado director de cine se espera a priori que se hable mucho de cine. ¿Sí? ¿No? ¿Por qué? ¿El cine no está considerado una de las bellas artes? ¿Es totalmente estanco respecto a las otras? The art Life muestra como la vocación previa de David Lynch, la pintura, y algunos apuntes biográficos crearon el caldo de cultivo para que después explotara como cineasta. El filme abarca desde su infancia hasta el rodaje de su primer largometraje, Eraserhead (este año cumple cuatro décadas desde su estreno). Curioso contraste entre imagen y texto: Lynch pintando con setenta años mientras explica sus titubeos iniciales como artista adolescente. Sus padres al principio fomentaron su creatividad; más adelante, cuando vieron su fijación por temas retorcidos (dos de sus referentes son El Bosco y Oscar Kokoschska), se distanciaron bastante de él. Estudió Bellas Artes en Boston primero y Filadelfia después. Probando, experimentando, descubrió la imagen en movimiento. Uno de sus cortos, The alphabet, le permitió obtener una beca del American Film Institute. Allí, en unos establos abandonados de la academia, concibió y rodó Eraserhead. El documental está rodado casi íntegramente en el estudio de su vivienda actual, con insertos de fotografías y videos caseros familiares, y una discreta banda sonora con leve similitud a la de sus filmes. Lynch habla en off o apuntando a un micrófono. Se sincera bastante; omite, insinúa, algún episodio no cicatrizado. Su talento como pintor es indudable. Y el de los documentalistas por recordarnos una obviedad. Que los auténticos artistas no llevan orejeras. Respetan, aprecian, liban, sondean, otras disciplinas.

David Lynch-The art Life

****

Nacionalidad: Estados Unidos, 90 min.

Director: Jon Nguyen, Rick Barnes, Olivia Nergard-Holm. Actores: David Lynch

Cines: CineCiutat

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