Es casi obligado por estas fechas cercanas a la Semana Santa programar obras musicales sacras. Y las Pasiones de Bach lo son; y aunque no necesiten excusa para interpretarse, pues son del todo intemporales, bienvenida sea su audición.
Studium Aureum tiene, en repertorio, algunos oratorios barrocos que suele ofrecer cada par de años, uno es el Mesías de Haendel y otro la Pasión Según San Juan de Bach, que pudimos escuchar el pasado lunes en el Auditori del Conservatorio, con lleno total de público que agradeció la audición con muchos i merecidos aplausos.
La Pasión según San Juan de Bach es una obra que no tiene ningún momento menor. Toda ella, des del coro inicial hasta el coral que la cierra, son sublimes. Los recitativos del evangelista son soberbios, para cantarlos se necesita un alto grado de experiencia y estar al máximo por lo que a condiciones vocales se refiere. El tenor debe cantar, matizar, explicar, seducir, vocalizar, dramatizar. Antoni Aragón es un buen evangelista, tiene dotes para ello, vocales y de sentimiento; lo ha demostrado en otras ocasiones. En el concierto que comentamos, aunque tuvo sus pequeños deslices, en conjunto resultó muy creíble, aunque mejor en los momentos dramáticos que en los estrictamente narrativos.
Los demás solistas vocales también lucieron en cada una de sus intervenciones, aunque un poco por encima el barítono Pau Bordas como Pilatos y, especialmente, como intérprete de las arias. Con buen color vocal las dos mujeres, la versátil y solvente contralto Waltraud Mucher i la soprano Inmaculada del Valle, para mí un descubrimiento, aunque me recuerda, el siempre atento Mendiola, que ya participó en el concierto dedicado a Arvo Pärt de hace unas semanas, con el mismo grupo.
El coro, impecable. Afinación exquisita, vocalización perfecta, sonido aterciopelado. ¿Qué más se puede pedir? Una maravilla.
Para la orquesta, liderada por Ramon Andreu como concertino y con instrumentistas especializados en la Música Antigua, Carlos Ponsetí buscó un sonido de la época. Con instrumentos antiguos o copias fieles de ellos. La viola de gamba (excelente Ventura Rico), el oboe da caccia (pocas veces escuchado en vivo), el violone?le dieron a la formación instrumental un toque de purismo realmente interesante. Mención especial merecen Xisco Aguiló y Bartomeu Mut, que aportaron un valor añadido en el continuo.
En definitiva, una Pasión de Bach, otra, para el recuerdo.
(P.S. Extraña idea, conociendo a Carlos Ponsetí, la de intercalar una pausa de quince minutos. Demasiado larga para una obra tan llena de dramatismo).
Passió Segons Sant Joan
de Bach
Auditori del Conservatori
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Studium Aureum, cor y orquesta
Solista vocales
Carles Ponsetí, director
27-03-17
