Cuántas veces se pasea por sus calles sin pararse a descubrir y plantear cuántas historias silencian sus rincones. Palma, una ciudad pequeña, salvo para los mallorquines y el característico concepto de las distancias. Esta tarde a las 19.30, el escritor Biel Mesquida ofrece un viaje por sus "1001 Palma" en Ciutat vista per l'escriptor en la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià.

"Para mí, Palma es una ciudad esencial en mi vida e intentaré, de una forma singular y personal , contar mis recuerdos, impresiones, delirios, sensaciones e historias íntimas sobre mis diferentes 'Palmas'", declaró Mesquida.

Como vehículo, el escritor recurrirá a textos literarios propios hilados con extractos de referentes como Miquel Sants Oliver, Gabriel Maura, Bartomeu Rosselló Porcel o Pere d'Alcàntara Penya; que crearán una "especie de mirada caleidoscópica sobre la ciudad".

Sentados en sus butacas, los asistentes pasearán por diferentes épocas del carrer dels Oms, realizarán una parada en el Mercat de l'Olivar, pasarán por el barrio de Santa Catalina, sin tardeo; o contemplarán La Seu. "Mi Palma está concentrada entre una esquina de El Terreno, donde vivía en casa de mi abuela materna, y desde ahí hago unas radiaciones que van hasta la Catedral, al Paseo del Borne, la Plaça del Mercat, la Rambla...", indicó Mesquida.

En prosa o en verso, el poeta aprovechará la ocasión para reclamar conservar la esencia y magia que desprende el casco antiguo de Palma y que se difumina con cada negocio histórico que baja la reja con 'Vendido'. "Lugares que han desaparecido como el Riskal o el bar Miami? es muy triste. En el Café Lírico (1894)- que dejará de existir a finales de año- he pasado horas escribiendo, dando conferencias... Creo que se deberían salvar estos espacios que son como instituciones ciudadanas a pesar de ser privados", apostó Biel Mesquida. Cuando se para a pensar en los lugares emblemáticos de la ciudad, el escritor rememora, e incluso su recuerdo llega a oler las galletas de la desaparecida tienda Casa Cetre, de la calle Bosseria.

En Ciutat vista per l'escriptor, Mesquida invita a armonizar cada una de las visiones subjetivas de Palma porque "cada persona tiene su propia visión y cada una de ellas forma Ciutat".