Quién era Miró, a qué se dedicaba o cuáles son sus colores fueron algunos de los interrogantes que despejaron ayer cerca de una veintena de niños en la Fundació que lleva el nombre de este genio del arte. Los pequeños, acompañados de sus mayores, participaron en una actividad familiar alrededor de la exposición temporal Posidònia, de Patricia Mato-Mora, descubrieron qué se esconde detrás de aquello que no se ve y disfrutaron de una nueva manera de observar el mundo. "Ver cuadros en un museo no es un rollo", afirmaron los jóvenes.

Las familias, con niños de entre 3 y 6 años, se dieron cita a media mañana en la Miró para participar en el proyecto Endinsa't. Un taller diseñado por el equipo educativo de Alejandro Ysasi que propone la reflexión alrededor de los cambios que padece la naturaleza a consecuencia de la actividad humana. La de ayer fue la primera de las sesiones, que continuarán los días 25 de marzo, 1, 8 y 29 de abril y, por último, el 6 de mayo (las tres últimas para jóvenes de entre 7 y 12 años)

Guiados por las educadoras Irene Gayà y Antònia Huguet, pequeños y adultos bucearon por el arte contemporáneo, aprendieron a mirar y reflexionar, descubrieron el museo e interactuaron con él, valoraron las producciones artísticas propias y las de sus compañeros y, sobre todo, potenciaron la imaginación.

El mar, el reciclaje, la conciencia ecológica, el objeto artesanal, industrial y natural, o la búsqueda de un lenguaje propio fueron algunos de los temas que se abordaron durante la visita.

Los niños se sintieron mayores por un momento y no perdieron la atención durante la hora y media que duró el recorrido por la Miró.

Protagonista de la visita fue la artista Patricia Mato-Mora, ganadora del premio Pilar Juncosa y Sotheby's 2015. Las familias pudieron contemplar y conocer de primera mano gracias a las explicaciones de esta creadora cómo se gesta una obra de arte. Un viaje a su Posidònia, título de la exposición instalada en la Miró, que les hizo reflexionar sobre "cómo la actividad humana transforma la naturaleza, una naturaleza que puede ser llegue a integrar con el tiempo como propias los desechos y residuos que los humanos van incorporando muchas veces sin ser conscientes".

La obra de Mato-Mora, en el Espai Cúbic, con unas largas cadenas colgadas del techo que dejaron impactados a un buen número de niños, reclama la identidad marítima de la ciudad de Palma, llevando la atmósfera portuaria al interior de la galería. Los visitantes pudieron sumergirse en su coreografía cerámica, caminar por el lecho marino y dejarse llevar por su imaginación.

El diálogo entre las familias y los educadores fue fluido y muchos niños encontraron en el arte un juego al que volverán. Para información y reservas para estos talleres, la Miró dispone del teléfono 971 701 420, entre las 10.30 y las 16.00 horas.