En 2009, esta fabulosa actriz y autora que es Marta Barceló (ganadora de los torneos de dramaturgia de Palma, Girona y Buenos Aires) ya nos impactó hasta lo más hondo con aquella maravilla, Maria?, también en torno al Alzheimer (y a muchas cuestiones más). Abans que arribi l'alemany (el mismo título ya denota un acercamiento simpático, y empático, a esta terrible enfermedad) reincide en la cuestión, y de nuevo lo hace maravillosamente, con ternura, humor y humanidad sobresalientes.
Abans que arribi l'alemany constituye un reto importante, en lo textual y en lo interpretativo, pese a la austeridad aparente de su estructura y de su espacio escénico. Una mujer, Júlia (mayestática, insuperable, humanísima Muntsa Alcañiz), a quien han diagnosticado el mal de la pérdida progresiva del yo, y una multitud de hombres: hijos, amigos, vecinos, encarnados todos ellos por esa otra bestia escénica, dicho sea en el mejor sentido, que es Pedro Mas. Acierto absoluto de Joan Fullana y Xesca Salvà en la puesta en escena, la iluminación y hasta el vestuario, de signo mínimo pero de efectividad apabullante. En ese puñado de sillas, uno 've' literalmente todas las situaciones y entornos que van sucediéndose: la sala de espera, la consulta, la casa? Y uno de los aspectos más curiosos: la pieza resulta dramática, sí, pero también divertida a ratos, y hasta transmite una cierta alegría por la vida.
Uno sale del coqueto Mar i Terra, transformado para esta representación, con las lágrimas asomándole a los ojos. Las ovaciones de los espectadores, el viernes, resultaban sobradamente elocuentes de la calidad del espectáculo.
