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Entrevista

Federico Moccia: "No estaba listo para escribir una tercera parte de ´Tres metros sobre el cielo´"

"Escribí el inicio de la saga como si pudiera meter el libro en una botella y lanzarlo al mar. Fue como terapia"

Federico Moccia (Roma, 1963), ayer en Valencia. m. a. montesinos

Ernest Hemingway dijo una vez: "Escribe solo de lo que sabes", y a Federico Moccia se le quedó grabado. Desde entonces decidió escribir sobre lo que más le había hecho reflexionar: el amor. Este tema es el nexo de unión de todas las obras del autor, culpable de que todos los puentes de Roma estén llenos de candados con el nombre de parejas que quisieron imitar al libro Tengo ganas de ti, la segunda parte de la saga que culmina ahora con Tres veces tú (Planeta). Considerado el creador del fenómeno fan en torno a la novela romántica, Moccia escribe a mano, aunque con el ordenador al lado para hacer búsquedas rápidas. Una de las páginas web que más utiliza es Google Maps para elegir sus localizaciones.

-Han sido seis años de espera desde la publicación de ´Tengo ganas de ti´...

-Sí. Cuando escribí el primer libro „ A tres metros sobre el cielo„sabía que haría una segunda parte, lo que fue Tengo ganas de ti, pero nunca había pensado en esta tercera entrega. Me animé a llevarla a cabo porque veía que la gente me seguía pidiendo una continuación. Sin embargo no encontraba el momento para escribirlo. Sentía que no estaba listo. Hasta que el año pasado sentí que había llegado la hora de que me reencontrara con Babi, Step y Gin, mis amigos. Como si fuera un sueño, nos sentamos alrededor de una mesa, con unas buenas tapas y una buena cerveza, y dijimos: "Bueno, ¿qué hacemos? ¿escribimos este libro?".

-¿Sentía que debía escribirlo?

-Sí. Cuando me decidí me preparé incluso un guión para seguir la estructura de la historia que quería crear. Empecé a escribir un día tras otro, pero me di cuenta que las cosas que había pensado estaban cambiando.

-¿´Tres veces tú´ es fruto de la persistencia de los seguidores?

-No, porque de ser así no lo hubiera escrito. Hubiera sido más fácil escribirlo antes, cuando la saga tuvo un gran éxito, pero no me sentía cómodo. Es como cuando te invitan a una fiesta, donde sabes que va a haber música y mucha gente, pero ese día te han dado una mala noticia y no te apetece ir. Para mí escribir tiene que ser una fiesta, y no es que no tuviera ganas de hacerlo, es que no me salía.

-Ha tenido tiempo para otros proyectos.

-Sí, he continuado mi trabajo en la televisión, he escrito guiones...Un libro es como una planta, que va creciendo poco a poco, hasta notar los primeros capullos. En ese momento es cuando empiezas a ver las escenas. Es lo que sentí antes de trabajar en Tres veces tú.

-¿Qué le animó a hablar sobre el amor? Porque ya nunca ha dejado de escribir sobre ello...

-No fue algo que me ilusionara, sino más bien lo contrario. Tres metros sobre el cielo nació de una ruptura sentimental. Estaba muy enamorado de ella, y creía incluso que nos íbamos a casar. Estuve muy mal durante un año y medio y decidí que quería escribir una historia para desahogarme, como ocurre en la película Cosas que nunca te dije de Isabel Coixet. Empecé a escribir un libro como si lo pudiera meter en una botella y lanzarlo al mar.

-Fue como terapia...

-Exacto. Acababa de empezar a trabajar en la televisión y el primer dinero que gané fue para la publicación de ese libro con una pequeña editorial. Me acuerdo que justo un año después de publicarlo, un 16 de noviembre de 1992, me encontré con mi exnovia, a quien describía detalladamente en el libro, y me dijo que le había encantado la obra. Sin embargo, decía que no se parecía en nada a Babi, el personaje que había creado a su imagen y semejanza. En ese momento me pregunté: "¿Con quién he estado todos esos años?". Me dí cuenta de lo que iba el amor. Nosotros proyectamos todo lo que deseamos en una persona, y muchas veces no se corresponde con la realidad.

-¿Siente que ha aprendido algo más sobre el amor tras más de diez años escribiendo sobre él?

-Es difícil contestar a esa pregunta. Hacer Tres veces tú ha sido duro porque me ha hecho pensar mucho, sobre todo en aquella frase de Jackson Browne: "Amar verdaderamente a una persona quiere decir poner su felicidad por delante de la tuya". Ahora sé que para que nos vaya bien en el amor tenemos que ser generosos. Esa actitud la "encarnará" uno de mis personajes, y podría inspirar a muchos lectores a replantearse su postura frente a los demás. No sé si sería capaz de comportarme como he hecho que se comporten mis personajes. De hecho, creo que no podría ser tan bueno como me gustaría ser.

-Algunas personas opinan que sus personajes están idealizados o que no se corresponden con la realidad. ¿Qué opina?

-He afrontado este libro de una manera diferente, y con otra actitud. Lo he escrito con la convicción de que ser generoso es una condición para que triunfe el amor. No me gusta dar pautas a la gente, aunque sí valores. Cuando por ejemplo aparece algún personaje en mis libros consumiendo droga antes de hacer una carrera en moto, ese personaje se cae en mitad y pierde. No digo "no te drogues", sino "si lo haces, sufrirás las consecuencias".

-¿Quién es Federico Moccia en la saga? ¿Babi, Step o Gin?

-Me identifico con Step, pero muchas de las reflexiones de Gin me pertenecen.

-En su libro, la música parece ser otro personaje. Hace mención a canciones como ´I Got You´ de James Brown o ´Can´t Stop de Feeling´ de Justin Timberlake. ¡Es casi una lista de reproducción!

-Sí, porque creo que un libro es como una caja, llena de mensajes, música, ambiente, personajes... Es la forma de escribir que más se parece a cómo vivimos.

-¿Cuál es la clave para gustar a tantas generaciones?

-La temática. El amor es algo universal y se da en todas las edades. En Tres metros sobre el cielo narro la época del instituto; en Tengo ganas de ti, el periodo universitario; y en Tres veces tú, el trabajo y la familia. Eso lo ha vivido todo el mundo, por lo que mis libros no tienen edad.

-En su última obra habla sobre la televisión italiana y la deriva que ha emprendido en los últimos años. ¿Es una crítica?

-Es más bien una fotografía. Está la gente que se comporta bien, la que no está dispuesta a aceptar compromisos y las personas que con tal de tener éxito están dispuesta a hacer concesiones.

-Aún así es una fotografía subjetiva...

-Sí, sobre todo de la percepción qe tuve en mis comienzos. Me esforcé muchísimo, conocí a gente buena y otra malintencionada. Step es el personaje que se adentra en el mundo de la televisión en este tercer libro, y allí conoce a las mismas personas que yo conocí.

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