"En Mallorca, la isla a la que cada más me siento más cercano y desde la que se puede recopilar y comprender el mundo en su totalidad, he recibido con hospitalidad un galardón que para mí tiene especial significado". Así se ha expresado esta noche el arquitecto español Rafael Moneo (Tudela, 1937), después de recibir la Medalla de Honor de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià de les Illes Balears.

Moneo ha sido galardonado por "la cualidad de su obra, por su dimensión universal y su contribución al pensamiento arquitectónico y su reconocimiento en el campo académico internacional", según ha argumentado el presidente de la institución, Josep Prohens. Según la Reial Acadèmia de Belles Arts, su obra se presenta como un "elemento de convivencia y de transformación". Unos proyectos cuya misión es "resolver problemas específicos", de entroncar la creación arquitectónica con la naturaleza, "sin imponer una imagen o una presencia".

El arquitecto, merecedor de innumerables reconocimientos, como el prestigioso Premio Pritzker en 1996, ha afirmado que su intención, en esta larga trayectoria, ha sido tratar de explicar de qué modo el mundo de las formas de la arquitectura estaba al final relacionado con un mundo de la cultura, en el sentido de no establecer separación entre lo que es exactamente el modo de sentir y de vivir un determinado periodo y las formas que lo representan.

"Tratar de explicar esto es lo que seguramente ha sido mi contribución, a través de toda una serie de obras en las que me gustaría que hubiera quedado reflejado esta actitud", ha asegurado el arquitecto titulado en la Escuela de Madrid en 1961 y artífice de la Fundació Pilar i Joan Miró. Lo ha dicho en un acto que ha contado con la actuación del Cor de Cambra Poema Harmònic dirigido por Joan Company.