Bernat Gual (Palma, 1977), uno de los directores de cortometrajes más laureados en los últimos años, llevará al cine la agonía de los franceses de Cabrera, una historia en formato largometraje que pondrá el acento en "el ingenio del ser humano por la supervivencia" y que relatará el sufrimiento que vivieron los soldados hechos prisioneros en la Guerra de la Independencia, en lo que fue "el primer campo de concentración documentado de la historia", avanza el cineasta.
El proyecto de esta película nació a partir de una ayuda del Consell, en 2016, aunque Gual llevaba tiempo con el encierro de Cabrera dándole vueltas en su cabeza: "Desconocía este suceso, hasta que hace un par de años visité el museo de Cabrera. A partir de ahí empezó mi interés por este episodio oscuro de la historia de Balears".
Episodios de canibalismo
La suya será una cinta marcada por "la aventura" y alejada del drama absoluto. "No es La Lista de Schindler", aclara Gual, quien ha visto en este suceso de la Guerra de la Independencia un pasaje con mucho potencial cinematográfico. Su origen se remonta a la batalla de Bailén, en 1808, cuando 15.000 soldados de Napoleón se rindieron y fueron confinados en barcos prisión (pontones) fondeados en la bahía de Cádiz. "Muchos de aquellos soldados enfermaron y, como en Cádiz no los querían, se los llevaron a Cabrera", explica Gual.
Hasta la isla semidesértica del archipiélago balear llegaron alrededor de 5.000 franceses ?se calcula que fueron más de 11.000 los que pasaron en algún momento por Cabrera?. Con el tiempo, las pocas provisiones existentes se agotaron y la escasa comida que les llegaba de Mallorca ?en un barco a la semana? les resultó insuficiente, lo que originó casos de canibalismo.
"Siempre necesito documentarme para llevar una historia al cine", confiesa Gual. Lo hizo con Quiero, corto sobre una madre (Mónica van Campen) que intenta que su hijo sordociego (Guillermo Crehueres) aprenda una pauta de comportamiento con la que expresar un deseo; y repitió método con Una hora, un paso, cinta centrada en un español que se pasó 17 años encerrado en una cárcel de Egipto. Dos trabajos que tuvieron su recompensa: el primero fue seleccionado en más de 40 festivales nacionales e internacionales y sumó cerca de una veintena de premios; y el segundo se proyectó en el Festival de San Sebastián, en 2013.
Acto de homenaje a los soldados franceses muertos en Cabrera.
Para su proyecto de Cabrera, todavía sin título, Gual ha buceado en los diarios de dos prisioneros franceses: Bernard Masson, "un sargento que consiguió fugarse de la isla y volver a ella con un barco corsario para intentar salvar a sus compañeros; y un médico francés que quiso quedarse con los enfermos".
Gual revisa estos días el guión y trata de lograr financiación. "No es una película barata, con barcos de época y mucha figuración de por medio", advierte. Prohibido el rodaje en Cabrera, piensa filmar en Formentera, algunos lugares de Mallorca y Menorca. Consciente de que en algunos rincones de Francia todavía hay padres que acaban con las travesuras de sus hijos diciendo "como te portes mal te llevamos a Cabrera", intentará que la suya sea una coproducción hispano-francesa. "Todavía es pronto para hablar del elenco", señala.
