La de Juan Mayorga constituye, sin lugar a dudas, una de las voces de referencia dentro de la dramaturgia española contemporánea. Así que me parece una excelente noticia que el Teatre del Mar haya incluido dos textos suyos dentro de su nueva temporada de invierno: este Famélica (si bien su autoría la comparte, parcialmente, con el trabajo de equipo de Jorge Sánchez y su compañía, La Cantera) y Himmelweg, programada para el próximo marzo.

Famélica (el título procede de la letra de La Internacional) se nos acerca en clave de comedia crítica sobre el entorno laboral. Habría mucha tela que cortar a este respecto, claro está. Pero esta pieza prefiere optar por la fabulación: una extravagante alternativa a la desmotivación en el trabajo, que va haciéndose cada vez más complicada, y que sirve, al mismo tiempo, para ridiculizar las utopías marxistas. Discúlpenme la digresión, pero, en manos del desaparecido Dario Fo, por ejemplo, este mismo hilo argumental (que conviene no desvelar a quien no haya visto el espectáculo) habría derivado en una obra tan feroz como divertida. En ésta, los tintes críticos me parecen bastante desvaídos y superficiales, la comicidad ocasional (sí que algunas réplicas son estupendas) y el conjunto del espectáculo un ejercicio de gran guiñol con bastantes reiteraciones y personajes caricaturescos, que entiendo que era lo que se pretendía.

El cuarteto de intérpretes se sitúa en esas pautas de farsa, con mención especial, en mi opinión, a la frescura de Aníbal Soto. Buena entrada el viernes en el Teatre del Mar, desafiando a los elementos.