"Palma es una obra colectiva en la cual todo el mundo está implicado. Y porque sabemos que la cultura no es exclusividad de nadie y todo el mundo ha de tener acceso, queremos una cultura al alcance de todos y unos espacios culturales abiertos a toda la ciudadanía". Así se expresó el alcalde de Palma, José Hila, durante la gala de los Premis Ciutat de Palma 2016 que tuvo lugar anoche en el Teatre Principal.

Durante el transcurso de una velada cultural en la que se entregaron los siete galardones convocados, entre ellos el de música y el de teatro, se desarrolló una ceremonia que contó con la escenificación de un cabaret de carácter íntimo. Una actuación en la que se interpretaron diversas canciones de Bonet de Sant Pere, intérprete que da nombre al nuevo Premi Ciutat de Palma de Música y de quien en 2017 se conmemora el centenario de su nacimiento.

Tras una larga ristra de ediciones y por primera vez, la música contó ayer con una categoría. El galardón premió a la banda folk Cap de Turc por Llum de Llull -una grabación en torno a la figura y al humanismo del Beato Ramon Llull-. En este sentido, los asistentes a la gala se deleitaron con la música en directo de este grupo formado por los músicos Txema González y Jaume Reus, la poetisa Laia Malo y el dibujante Max. Con una sonoridad envolvente, teñida de tonos verdes, azules y naranjas, y compuesta del susurro lento de conceptos como las virtudes que identifican al filósofo mallorquín, así se cobijó la actuación.

Además, el premio de teatro regresó tras varias ediciones ausente. Una vuelta que, bajo el título de Premi Llorenç Moyà de Teatro, llevó a Xavier Uriz a alzar el reconocimiento por Noir, una obra que pivota sobre el dolor de la venganza y de la que ayer se representó un fragmento.

La gala fue presentada por los actores y cantantes Rosa Serra y Toni Vallés y contó con la dirección artística de Joan Fullana, director de escena, dramaturgo y actor, además de fundador de la companía Corcada Teatre. Mientras, Eduardo Pelegrín (Calpurnio), ganador del premio de cómic de la pasada edición, fue el encargado de idear la parte visual de la ceremonia. En esta ocasión, los afortunados en esa categoría fueron Cristina Duran (dibujante), Miguel Ángel Giner (guionista) y Laura Ballester (periodista) por El día tres.

Durante la gala, el alcalde Hila también recordó que el consistorio tiene previsto destinar 3,8 millones de euros para dotar a Palma de "más y mejores espacios para la cultura", una inversión que contempla la rehabilitación de espacios como ses Voltes o Can Ribes, entre otros, y la apertura del Casal Balaguer. Desde el ayuntamiento también avanzaron su intención, para el año que viene (edición que volverá a contar con la categoría de arquitectura), de volver a convocar la categoría audiovisual, aunque a día de hoy todavía se desconocen cuáles serán sus distintas modalidades.

Por otra parte, también se hicieron con premio Joan Mas i Vives por Diable de Byron (novela); Joan Manuel Homar por La lentitud de la mirada (poesía); Maria Sebastián por el estudio El passeig marítim de Palma (beca de investigación) y Marta Pujades por la instalación Nosaltres (artes plásticas). Premios cuya cuantía y que junto a los tres mencionados anteriormente, ascienden a 74.000 euros. Con respecto a 2015, en la edición de 2016 han aumentado considerablemente las obras presentadas en artes plásticas, pasando de 95 a 154.

En la gala, a la que asistieron entre otros la presidenta del Govern, Francina Armengol, y su antecesor en el cargo, José Ramón Bauzá; el concejal de Cultura, Llorenç Carrió hizo hincapié en que los Premis Ciutat de Palma son "una buena ocasión para echar la mirada hacia atrás" y evocar a las entidades o figuras de las que en 2016 se conmemoraron sus aniversarios, como Llorenç Moyà o la Banda Municipal de Música. Todo alrededor de una tarea "básica" que es "hacer cultura, cultura y cultura", como concluyó Carrió.