Separemos el ruido de las nueces. El ruido: esta película probablemente triunfe en la próxima edición de los Oscars porque reúne muchos puntos ´oscarizables´ frente a rivales (Moonlight, Manchester junto al mar, Jackie) con mayor calidad y marcadas etiquetas raciales o de cine independiente que suponen innegables frenos. Otro tanto a favor es que un musical no recibe el premio a la mejor película desde 2002 (Chicago). Si La La Land gana será por alineamiento astral, estar en el momento correcto con el producto adecuado, sin que pueda calificarse como la mejor película del año.
Las nueces: La primera mitad del filme da lo que promete. Deslumbra por los resultones números musicales, las chispas de los primeros encuentros de la pareja con diálogos muy finos, un glamour muy controlado, atractivo por cercano, los homenajes a películas como Cantando bajo la lluvia o Melodías de Broadway, los toques de dirección (planos de un baile visto desde dentro de una piscina, el montaje de las visitas turísticas, la noche en el centro astronómico). Y sobre todo por la química que se aprecia entre Ryan Gosling y Emma Stone, excelentes ambos. La segunda parte del filme separa mucho los números musicales para concentrarse en la cara amarga del éxito, las desavenencias en la pareja por las dificultades al gestionarlo. Ahí se enreda el filme. Intentando no ser un globo de azúcar recurre a clisés con los peajes inherentes al triunfo profesional y subrayando demasiado la falacia de que cumplir los sueños es sólo cuestión de voluntad. Película no a la altura del revuelo generado pero con buena dirección y actuaciones y un positivismo contagioso.
La ciudad de las estrellas
(La La Land)
***½
Nacionalidad: Estados Unidos, 128 min. Director: Damian Chazelle. Actores: Ryan Gosling, Emma Stone, John Legend, J. K. Simmons. Cines: Rivoli, Ocimax, Cinesa Festival Park, Multicines Manacor.
