El director mallorquín Francisco Gené Cort estrenará el próximo 3 de enero, a las 20 horas en CineCiutat (s'Escorxador), su esperado documental Los zapatos no vuelan. Una cinta dedicada a los obreros del rock, un homenaje a "esas bandas que han logrado hacerse un hueco en la historia de la música después de muchos años de pelea", señala.

"Los zapatos no vuelan -argumenta el director- pretende que espectador comprenda lo que siente un músico que crea un grupo, ya sea desde el punto de vista de las relaciones personales, económicas, con sus compañeros o con las discográficas".

Junto a la realeza representada por grupos de éxito como los Stones o U2 existen millones de solistas y bandas que trabajan duro para subsistir. Los zapatos no vuelan, el documental dirigido por Gené, refleja cómo es la vida de algunos de estos "obreros del rock" a través de las palabras de músicos que se han hecho un hueco dentro del circuito independiente español.

Así, artistas de la talla de los mallorquines L.A., Sex Museum, Le Punk, Crudo Pimento, Garaje Jack, Viaje 800 o Los DelTonos demuestran con sus testimonios que labrarse una carrera es un camino lleno de rosas y de espinas. El deseo de expresarse de manera creativa y el contacto con el público durante los conciertos parecen compensar los escasos medios económicos con los que se cuenta en gran parte de las ocasiones. Esta situación obliga a que muchos artistas ejerzan también el papel de roadies de sus conciertos, se encarguen de la promoción y tengan que buscarse un empleo complementario para llegar a fin de mes. Unos sacrificios que, unidos a las disensiones entre los miembros de una banda y la situación de la industria musical en España, han provocado que muchas formaciones acaben desapareciendo.

No obstante, el documental no se nutre solamente de las declaraciones de los protagonistas, sino que también ofrece la posibilidad de escuchar a los grupos en actuaciones en directo o en íntimos sets acústicos.

Orígenes del proyecto

La andadura del proyecto audiovisual arrancó hace tres años, cuando el realizador se enteró de que el grupo Le Punk, ya disuelto, daba un concierto en Madrid para sus fans. "Y para allá me fui, para grabarles", confesó Gené hace un año a este diario. Poco después, le siguieron dos conciertos más que acabaron de perfilar la idea de la película. Se trataba de las actuaciones de Garage Jack y los veteranos y brillantes Sex Museum. "Estos tres grupos son los pilares de lo que significa la independencia, currárselo mucho y partirse la espalda por un sueño".