Si no existiera la imagen fotográfica o en movimiento, la pintura seguiría siendo el marco ideal para la recreación de los grandes hitos de la historia o de la más simple cotidianeidad. Aún así, la pintura y algunos pintores, siguen siendo fieles al retrato de personajes, conocidos o anónimos, a simples hechos rutinarios o heroicos. La pregunta es si esa forma pictórica responde al hecho creativo o es simplemente un recurrente argumento a una falta de mayores objetivos.
Contemplando detenidamente la obra de José Fiol en la galería Fran Reus es fácil comprender que su propuesta aspira a ser algo más que una simple reproducción quasi fotográfica y si un encuentro sobre la distopia, es decir, como ocurren unos hechos en dos mundos paralelos, uno real, basado en hechos fehacientes, demostrables y otros enigmáticos fundados en registros esotéricos y especulativos.
Fiol se basa en las imágenes difundidas por la NASA para promocionar el lanzamiento del transbordador espacial Challenger en 1986, lanzamiento frustrado un minuto y 13 segundos después con la desintegración del aparato sobre el océano Atlántico. Esta desgraciada misión tenía objetivos espaciales y otros sociales ya que entre la tripulación se hallaba la maestra Christa McAauliffe, una prueba del interés de la NASA y del gobierno americano para acercar al ciudadano la excelencia de los viajes tripulados.
La obra de José Fiol indaga sobre hechos históricos, ilustrados o no, para organizar toda su propuesta artística, basada en reproducir el evento, situación, acto o acción, preferentemente dramático, con el fin de ilustrar todo ese acontecimiento y dotarlo de nueva existencia, que no recuerdo. Por eso, la obra de este artista no busca la recuperación histórica ni el revisionismo del momento, sino tratar a través del arte, indagar en sus fuentes, que en el caso de la exposición en la galería Fran Reus, no son otros que proponer un análisis contrastando el mapa natal con el del día del accidente para cada uno de los tripulantes de la nave estallada.
A primera vista puede sonar anecdótico, y ciertamente lo es, aunque en conjunto resulta una aportación más telúrica que formal. Fiol propone al espectador un visionado realista y conceptual al mismo tiempo, apropiándose de las imágenes oficiales de la tripulación para convertirlas en un mensaje y una iconografía sobre la existencia humana, sobre el valor del riesgo, aunque este conlleve la muerte y lejos de mitificar a los protagonistas, sugiere otros valores humanos. Como pintor, esta desmitificación le lleva a no utilizar el color con el uso de esos tonos grises, negros, blanquecinos, casi transparentes para unos personajes que forman parte de la tragedia, casi olvidados por una sociedad que solo admite el éxito.
José Fiol. Reach for the stars
Galería Fran Reus. Palma
Hasta el 31 de enero de 2017
