Camila Cela Marty se reconcilia con la figura de su abuelo en el documental La dansa de Formentor. El largometraje, dirigido por Pedro Barbadillo y producido por Tresques, propone acercarse a la figura del Nobel a partir del viaje que emprende su nieta para descubrir a la persona que se escondía detrás del personaje mediático y del joven censor.

Tras la experiencia, Camila confiesa que ha acabado construyéndose su propia teoría sobre lo que movía a su abuelo: "Su objetivo era que la cultura tenía que avanzar a pesar de la dictadura. A él le daba igual blanco que negro; el caso es que al final hizo lo posible para conseguirlo y creo que lo consiguió", considera. "Logró sacar adelante Papeles de Son Armadans y que Picasso, Alberti o incluso textos en catalán fueran publicados en España durante la dictadura", agrega. Para conseguirlo, "Cela fue un estratega total con el régimen", sostiene Camila. "Jugó muy bien su papel y te puede gustar más o menos a nivel ético, de hecho, yo misma he criticado ciertas cosas, pero el caso es que lo hizo. Por cosas como Papeles o los encuentros literarios de Formentor le estoy muy agradecida", comenta. En este punto, avanzó que desde la Fundación Charo y Camilo José Cela están trabajando para reeditar los Papeles.

La joven de 26 años también ha descubierto que su abuelo siempre llevaba puesta una coraza, "pero hubo gente que la traspasó.. También he sabido que era muy cariñoso, que tenía carácter y que era muy inseguro", comenta. "Por otra parte, mi abuela Charo era más tímida de lo que yo creía porque conmigo era muy extrovertida. La gente me ha contado que ella estaba en la sombra y que fue un pilar absoluto para él. Pienso que se le ha hecho un feo profesional porque fue su editora, traductora y mecanógrafa. De hecho, La colmena existe gracias a mi abuela, que la rescató del fuego", añade.

El punto de partida del documental, que cuenta con el apoyo del Govern a través del IEB, IB3 y la ATB, del Consell y de TVE, es una pieza de danza con la que Camila quería homenajear a Formentor, ese refugio contra la guerra y la dictadura que congregó a muchos escritores gracias al impulso de Cela. "Para mí, Formentor engloba todo lo positivo que representó mi abuelo en la isla", desvela. La joven, que lleva desde los tres años bailando, está ahora en una pequeña compañía amateur dirigida por Mireia Sans. Su lenguaje es la danza. "Por eso pensé que la manera más sincera y sentida de hacerle un homenaje era a través de la danza", apunta.

El documental, titulado La dansa de Formentor, para el que también se ha lanzado la web celamallorca.com, se preestrenará a finales de enero en CineCiutat. Después, con la ayuda del IEB, se promoverá por festivales para emitirse después en IB3 y TVE.

Camila se sinceró mucho ayer cuando reconoció que sentía incluso aversión hacia la figura de su abuelo. "Con la información que me llegaba, no me apetecía conocerlo", asegura "Pero luego he visto otra cosa: su vida en Mallorca, su actividad cultural, las fotos cuando era joven, a veces haciendo el payaso y enamorado de mi abuela", apunta.

El centenario del Nobel aún se celebrará con dos actividades más en la isla: con una exposición en el Hotel Formentor prevista para abril o mayo y con el congreso organizado con la UIB que se celebrará en febrero.