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Entrevista

Pilar de Arístegui: "Doña Sofía aceptó las razones de su hijo para elegir a Letizia"

"Siempre ha sido muy afectuosa con sus yernos"

Pilar de Arístegui posa con su libro junto a un retrato del Rey. Pilar Abella

Una mujer inteligente, culta, observadora y muy enamorada de su marido que ha sabido siempre poner al mal tiempo buena cara es la descripción de la reina emérita que la escritora Pilar de Arístegui hace en su nuevo libro, Sofía (La Esfera de los Libros), escrito durante tres largos años de investigación y entrevistas con personas muy cercanas que han compartido con la protagonista momentos históricos no exentos muchos de ellos de profundas decepciones. Arístegui, reconocida escritora y pintora, hija, viuda y hermana de embajadores, muestra desde su privilegiado observatorio internacional como compañera de su marido el diplomático Carlos Abella a una señora afectuosa que ha sufrido con dignidad las estrecheces y penurias del exilio en Sudáfrica, la muerte de sus padres, los embrollos judiciales de su hija Cristina y, también, su compleja relación, con algunos desplantes incluidos, con su esposo el rey Juan Carlos. Doña Sofía aceptó las razones del entonces príncipe Felipe cuando decidió casarse con la periodista Letizia Ortiz, a la que recibió con afecto y complicidad, según la autora de la biografía.

-Usted navega contracorriente al presentar una relación casi idílica entre el rey Juan Carlos y la reina Sofía, pues la idea que ha calado en la gente es que su vida de pareja se esfumó hace mucho tiempo. ¿Qué me puede decir al respecto?

-No escribo en ningún momento que esa vida haya sido idílica. Cuento que mi hermano Perico vio en febrero de 1981 en el Santuario de Loyola cómo el rey se abalanzó sobre la reina para protegerla tras escucharse un estruendo terrible que hizo pensar a los allí presentes que se estaba produciendo un atentado.

-Usted habla de protección, no de pasión porque parece ser que la reina se decepcionó pronto con esa relación que había comenzado con una boda por amor. ¿Cómo lo sobrellevó?

-Con dignidad y entereza. La reina ha dado ejemplo en muchas cosas y en este campo también.

-¿Le parece ejemplar estar con una persona que te ha decepcionado tanto?

-La reina tiene obligaciones que no tienen otras personas. También conozco a muchas mujeres que aguantan carros y carretas porque están enamoradas.

-¿Ha sido éste el caso de la reina?

-Aventuro que ella siempre ha estado enamorada del rey.

-¿Qué papel jugó la reina en el 23-F?

-De calma y serenidad. Como siempre, quiso ser útil y se ocupó de restaurar el espíritu y el cuerpo de los que estaban en Zarzuela llevándoles bocadillos y bebidas. Adoptó la misma actitud que tuvo durante el Golpe de los Coroneles de Atenas, donde ella estaba con las infantas.

“El apoyo dado a su

hija Cristina no la

hace menos reina”

-¿Por qué a la reina le ha costado tanto tener amigas en la corte?

-Primero porque ella nunca quiso tener una corte y ha preferido quedarse con las amigas de siempre, las de la infancia a las que ha pedido fidelidad, discreción y lealtad.

-¿Cómo es Tatiana Radziwill, la íntima amiga de la reina Sofía?

-Por lo que he leído, sobre todo en revistas extranjeras, es una mujer seria, amable, muy leal y discreta. Se conocieron en la época del exilio en Sudáfrica. La abuela de Tatiana era María Bonaparte, mujer de Jorge de Grecia, que además era una excelente psicoanalista, alumna de Freud. Ella trabajó de psicóloga en el exilio para aportar dinero a la familia y en la coronación de Isabel de Inglaterra la sentaron al lado de un joven político francés, François Miterrand, al que no dudó en psicoanalizar.

-¿Cómo digirió doña Sofía la quiebra familiar tras conocerse el caso Nóos?

-Fue un momento muy doloroso porque para cualquier madre es tremendo que sus hijos tengan problemas y más si esos problemas son públicos.

-¿Le parece acertado el papel que jugó la reina apoyando a su hija en este embrollo?

-Se ha comportado como lo haría cualquier madre y cualquier abuela y eso la humaniza.

-Pero ella no es cualquier madre?

-A mí me parece que ese apoyo a su hija no la hace menos reina.

-Dice usted que la reina emérita es una mujer inteligente, culta y observadora. ¿Hasta qué punto dio consejos a su marido el rey Juan Carlos?

-Supongo que ha dado consejos cuando se los han pedido porque es una mujer muy prudente que llegó a España con un bagaje internacional muy importante al haber viajado mucho con sus padres.

-¿Cómo se lleva con sus yernos, Urdangarin y Marichalar?

-Ahora no lo sé, pero cuando Marichalar sufrió la isquemia cerebral se pasó la Nochevieja en el hospital acompañando a su hija Elena. Siempre ha sido muy afectuosa con sus yernos.

-¿Cómo es la anécdota que protagonizó con Bill Clinton?

-Se encontraron en una cita internacional y Clinton se alegró de volver a verla. Todos se preguntaban dónde se habían visto antes y es que habían coincidido en el foro Bilderberg. Hubo muy buena relación entre los reyes y los Clinton hasta el punto de que Bill y Hillary visitaron Granada con los reyes para disfrutar de una de las dos mejores puestas de sol del mundo desde el Mirador de San Nicolás. La otra, según Clinton, se encuentra en el Cañón del Colorado.

-¿Y con Rafael Frühbeck de Burgos?

-En el estreno de la ópera Goya, Frühbeck de Burgos dejó claro a un grupo de amigos que la reina sabía más de música que muchos directores de orquesta.

-¿Qué rasgos ha heredado el rey Felipe VI de su madre?

-El sentido del deber, la amabilidad, la gentileza y el deseo de profundizar en las cosas.

-¿Cómo reaccionó ante la decisión del entonces príncipe Felipe de casarse con Letizia Ortiz, después de haber rechazado a la española Isabel Sartorius y a la noruega Eva Sannum?

-La reina recibió con afecto y complicidad a Letizia. Aceptó y confió en las razones que le dio su hijo para elegir a Letizia. Tampoco creo que le pillase por sorpresa el que su hijo eligiese a una mujer que no era de la realeza porque un tío de la reina, Alejandro I, se casó en los años 30 con una griega que tampoco pertenecía a la realeza, Aspia Manos.

-¿Ve usted a Letizia aprendiendo de la reina?

-Al principio sí pero cada época tiene sus diferencias. Letizia tiene a la reina como modelo pero eso no significa que tenga que ser como ella.

-¿Cómo vivió doña Sofía el escándalo de Corina?

-Con entereza, dignidad y sin perder la sonrisa en público.

-¿Acepta bien la separación de su marido?

-Después de tantos años supongo que ya está más que acostumbrada.

-¿Ha sido el rey Juan Carlos agradecido con la reina?

-Por lo menos, en público, siempre le ha agradecido su papel institucional y su entrega como madre.

-El libro termina en el balcón del Palacio Real con la entronización de su hijo y donde don Juan Carlos aparta a doña Sofía cuando está le va a dar un beso.

-No creo que la aparte, sino que no retribuye esa muestra de afecto.

-¿Cuál fue el peor momento de la vida de la reina?

-Lo pasó muy mal con la muerte de sus padres, el rey Pablo y la reina Federica, y supongo que con los últimos acontecimientos provocados por el caso Nóos.

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