"Aspiramos, con toda modestia, a llenar el gran vacío que dejó la insuperable Capella Clàssica del inolvidable Joan Maria Thomàs". El deseo expresado por Bernat JuliàBernat Julià, el fundador de la Capella Mallorquina en la víspera de su puesta de largo, el 8 de junio de 1966, se ha cumplido con creces. Medio siglo después, la prestigiosa coral no solo ha llenado aquel vacío sino que ha creado escuela y ha compartido escenario con algunas de las orquestas y solistas de mayor renombre a nivel mundial, como la Sinfónica de Berlín o el tenor Robert Alagna.
2016 tenía que ser forzosamente un año especial. No todos los días una coral cumple 50 años de vida. Y la Capella Mallorquina ha diseñado para la ocasión un ejercicio musical de altura, con un sentido homenaje a sus orígenes que incluye regresar a algunos de los lugares donde todo empezó: el Palacio de la Almudaina -donde dieron su primer concierto-, la Església de Sant Antoniet, el Torrent de Pareis...
Desde su estreno en 1966, muchos han sido los cambios en la formación, dirigida desde 1999 por José María Moreno, que relevó en la batuta a Julià. Si en la Almudaina debutaron 24 cantores, "animados del mejor espíritu", escibía en este diario otro maestro, en este caso del periodismo, Lamberto Cortés, hoy son 60 las voces que dan vida a la Capella, que puede presumir de un repertorio ya cercano al millar de obras. Sin embargo, hay algo que permanece igual que al principio, esencia de esta agrupación: "La ilusión y el deseo de trabajar". Las mismas palabras que usaba Julià.
La temporada conmemorativa de la Capella arrancó con un aperitivo, con sabor ruso, el pasado mes de julio, en San Petersburgo, dos conciertos que en palabras de sus protagonistas se saldaron "con éxito"; y comenzó oficialmente el 15 de septiembre con una Missa del 50è Aniversari en la iglesia de Santa Eulàlia. La ofició Antoni Fullana, presidente de la coral, biógrafo de la formación (escribió los libros del 10º y 25º aniversarios) y también canónigo de la Catedral, y se interpretaron piezas como el Cant a Formentera, una canción original de Bernat Julià sobre una melodía Pitiüsa, y el Himno de la Alegría de la Novena de Beethoven.
Ya en octubre, el Teatre Principal de Palma ha sido escenario de otros dos conciertos, ambos enmarcados en el Festival Música Mallorca, el segundo ofrecido ayer mismo, con la Berliner Symphoniker, bajo la dirección del israelí Lior Shambadal.
Las actuaciones del 50 aniversario continuarán en noviembre, con un concierto polifónico (día 24 en la Església de Santa Catalina Thomàs) en el que se podrán escuchar obras de Morten Laridssen y Samuel Barber, entre otros; y una Misa Solemne para la clausura del Any Ramon Llull, programada para el día 27 en la Catedral.
La Catedral, parada obligada
La Capella Mallorquina volverá a la Catedral en diciembre, para la Missa de Matines, algo que viene haciendo desde su fundación. En la Seu este año interpretará el Cant de la Sibil·la Margarita Rodríguez mientras que Cristina van Roy será la encargada de ejecutar esta obra declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco el día 26, en la Església de Santa Eulàlia, durante la Tradicional Festa de la Sibil·la.
El primero concierto de 2017 también tendrá lugar en la Seu, el 22 de enero, con motivo de un encuentro entre cristianos católicos, ortodoxos, protestantes y anglicanos en el que participa la Capella desde hace más de tres décadas.
La solidaridad será la nota dominante de febrero, mes en el que cantarán por Mallorca Sense Fam, ONG que se dedica al reparto de alimentos a las familias más necesitadas. Para combatir la pobreza el grupo vocal se citará el 9 de febrero en la Església de la Santa Creu. Diez días después actuarán en la Església del Pont d'Inca, y ya en marzo, en la Església de Sant Felip (día 9), con un recital de ópera y zarzuela.
Uno de los momentos culminantes de la temporada llegará el 6 de abril, en la Catedral. Allí la Capella coincidirá con otra formación que también celebra 50 años de carrera, la Banda Municipal de Palma. Ambas agrupaciones interpretarán la Missa Brevis de Jacob de Haan, "una pieza que no se ha interpretado nunca en Mallorca", apunta Moreno.
"Es una obra preciosa, muy adecuada para la Semana Santa y para un marco como el de la Catedral", agrega el director.
Sant Antoniet y sa Calobra
Otra fecha señalada en el calendario de los integrantes y seguidores de la Capella es el 8 de junio de 2017, la misma fecha en la que se presentó, cincuenta años atrás, dicha formación. En esta ocasión no actuarán en la Capilla de Santa Ana de la Almudaina sino en la Església de Sant Antoniet, donde durante décadas la Capella Mallorquina forjó su popularidad, con conciertos que registraban una gran afluencia de oyentes. Durante el Concert del 50è aniversari interpretarán las mismas piezas que se escucharon aquel ya lejano día del estreno: el Ave Maria de Tomás Luis de Victoria, el Himno a la Virgen de Benjamin Britten y Bressol trist, de Joan Maria Thomàs. Tres obras que encajan a la perfección en los deseos que Bernat Julià le tenía reservados a la Capella ya desde su primera actuación. "Nuestro repertorio se centrará en obras de los grandes compositores, clásicos y modernos, reservando siempre lugar para los mallorquines", le confesó al citado Lamberto Cortés.
"Estamos ilusionados ante este concierto en Sant Antoniet, iglesia que durante años fue sede de la Capella Mallorquina, y que además cuenta con una de las mejores acústicas de toda la isla", afirma Moreno.
El curso musical concluirá en julio, el día 2, en el Torrent de Pareis, en sa Calobra. Un lugar que forma parte de la historia de la Capella, que actuó allí de modo ininterrumpido desde 1968 hasta 1998. "Tenemos una gran satisfacción ante el hecho de regresar al Torrent de Pareis. Para la Capella siempre ha sido un concierto muy querido. Estamos preparando un programa con mucho repertorio mallorquín", adelanta Moreno.
La rúbrica a todos los actos conmorativos del 50 aniversario se producirá en septiembre, en un lugar aún por determinar, "y con otra obra que nunca antes se ha cantado en Mallorca", señala el director de la Capella, la Misa para la paz (The Armed Man) del compositor y músico galés Karl Jenkins. Esta obra fue encargada para las celebraciones de milenio en el año 2000 y fue dedicada a las víctimas de la crisis de Kosovo. La interpretarán junto al Coro de Oporto y la coral Ciutat d'Eivissa. En total, 150 voces.
