Buena racha. El Principal abrió la semana pasada su oferta de nuevas dramaturgias con el divertido Agitador Vórtex y la continúa con este texto (galardonado) del actor y autor mallorquín Toni-Lluís Reyes. Un intérprete convincente pero, particularmente, uno de los nombres emergentes de la autoría teatral en lengua catalana.
Guium, o la ciutat adormida es, esencialmente, un "thriller". Aquí hay una antigua urbe romana, desaparecida sin dejar rastro, y una pista que podría llevar a localizarla. Hay un Indiana Jones, sólo que es un gris funcionario de un archivo municipal. Y sobre todo, y eso resulta fundamental, existen unos jugosos intereses urbanísticos sobre ese mismo punto donde, presuntamente, podría situarse el yacimiento arqueológico. Como tal pieza de intriga, la materia de Guium es de signo esencialmente dramático, si bien se abren, aquí y allá, unos ligeros resquicios a la sonrisa inteligente. En su género, mantiene la tensión de manera constante y con acierto. A eso se añade una reflexión, enunciada, sobre hasta qué punto motivos económicos más o menos legítimos puedan prevalecer sobre la conservación del patrimonio. Hasta podría uno remontarse a Un enemigo del pueblo y preguntarse si conviene remover las aguas estancadas.
Guium cuenta con una puesta en escena eficaz, conducida a buen ritmo por Víctor Muñoz; una escenografía nada recargada pero atractiva y al mismo tiempo inquietante de Antoni Vallas y la iluminación, convenientemente adecuada a la historia, de Joan Borràs. Buenos trabajos interpretativos tanto de Eva Barceló como de Enka Alonso y del propio Toni-Lluís Reyes y balance claramente positivo.
Guium, o la ciutat adormida
TEATRE PRINCIPAL (PALMA)
****½
Autor: Toni-Lluís Reyes. Dirección: Víctor Muñoz Calafell. Interpretación: Eva Barceló, Enka Alonso y Toni-Lluís Reyes. Escenografía y vestuario: Antoni Valls. Iluminación: Joan Borràs.
