Un matrimonio (Bejo y Kahn), en proceso de separación con dos niñas pequeñas por medio. Ella tiene una situación económica más desahogada gracias a sus padres; como él va pillando trabajos eventuales, ella le permite seguir en la casa, sin compartir lecho. Ella ha dejado completamente de quererle; él desea volver a intentarlo. Ella está al borde de la depresión; él se siente un perro apaleado, muestra las garras exigiendo una fuerte recompensa por su marcha. La convivencia es dificilísima, las niñas sufren por ello y los amigos o la madre de ella no son capaces de deshacer el enquistado nudo.
La película tiene un punto de Bergman, con un tono, una puesta de escena, más realista. Dos aciertos: a) Para resaltar el ambiente irrespirable la cámara no abandona la vivienda en los dos primeros actos; y no la pisa en el tercero. b) Rehuye moralismos, no cuenta cuando comenzó el desencuentro, la desaparición del amor; se intuye sólo por subtextos. Aunque el personaje del padre no sale muy bien parado, se comprende en parte su desesperación, la sensación de que intentan abandonarle como un trasto inútil. También, girando el tablero, se entiende que ella pretenda -tiene todo el derecho del mundo- soltar amarras completamente. Estos mimbres forman un drama bastante incómodo, sin llegar a insoportable. Interesante porque muestra sin florituras la complejidad y la fragilidad de las relaciones amorosas, y la dificilísima gestión, en caso de resquebrajarse, de los hijos o los asuntos económicos. La guinda son las grandes interpretaciones de Bejo (The artist), Kahn o la sorprendente presencia de Marthe Keller (Marathon man).
Después de nosotros
Bélgica, 100 min.
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Director: Joachim Lafosse
Actores: Bérénice Bejo, Cédric Kahn, Marthe Keller
Cines: Porto Pi
