La nueva temporada lírica del Teatre Principal recupera títulos clásicos del repertorio operístico que hace más de 20 años no se representaban en la sala y aparca por este año la producción propia. Así, abrirá el 5 de marzo la 31ª temporada Macbeth, de Giuseppe Verdi, que se vio por última vez en el teatro palmesano en 1995. Y le seguirá en abril Così fan Tutte de Mozart, casi un cuarto de siglo sin subir a las tablas del Principal. El tercer título, María Moliner, del mallorquín Antoni Parera Fons, previsto para mayo, responde al objetivo de la sala de abrirse a la creación contemporánea y poner en valor a los creadores de la isla. "Después de 30 ediciones de temporada lírica, creo que el público tiene la madurez suficiente para pedir propuestas menos obvias y un aumento de ambición", considera el director de la sala Carlos Forteza.

Las producciones que podrán verse en 2017 son todas de fuera. Las dos primeras provienen de teatros internacionales. Macbeth se importa del Teatro Nacional de Sao Carlos de Lisboa y Così fan Tutte del Di San Carlo de Nápoles. María Moliner es del Teatro de la Zarzuela de Madrid. Esta línea de alquileres y de no producirlo prácticamente todo -como sí se ha hecho en los últimos cuatro años- ha sido habitual en otras épocas del teatro; por ejemplo, cuando Francesc Bonnín era el director musical. Forteza explica que el hecho de que no haya producción propia este año no significa que no la vaya a haber en el futuro. Sin embargo, para el director, ponerse a producir deberá tener un sentido y responder a ciertos criterios. "Lo haremos cuando haya un motivo artístico detrás muy fuerte o cuando sea algo que tenga sentido que hagamos nosotros. Si hay un buen título en otro espacio, no lo haremos nosotros o no coproduciremos. Nuestra capacidad para rentabilizar las producciones no es la misma que la que tienen otros teatros", explica. "Hacer una ópera es un gasto importante, por eso produciremos cuando tenga sentido hacerlo. Debe primar la viabilidad y la sostenibilidad del teatro", agregó.

Además de estar en todas las actuaciones la Orquestra Simfònica y el coro del teatro -"que se verá reforzado artísticamente con estas producciones de elevada calidad"-, también se convocarán audiciones para los roles secundarios que irán dirigidas a los cantantes mallorquines. Forteza confirma que habrá casting para Macbeth, una audición en la que estará presente el director musical de la producción, Andrés Salado, y para María Moliner. En ésta elegirán directamente el propio Parera Fons y el director de escena Paco Azorín.

El criterio artístico para la selección de estas piezas concretas, según Forteza, ha sido la calidad. "Los montajes que podrán verse tienen puestas en escena muy cuidadas y los repartos son internacionales", comenta. "También hemos pensado que la temporada ocupara estos meses más calurosos para aprovechar el flujo de turismo", añade. Otra de las novedades es que los subtítulos en inglés se sumarán a los que hasta ahora se ponían en catalán y castellano.

De Macbeth, Forteza destacó a su directora de escena, Elena Barbalich, quien viajará hasta la isla -pues uno de los requisitos para alquilar estas óperas ha sido asegurarse la presencia de sus directores principales-, y a los cantantes Darío Solari y Maribel Ortega, premiada recientemente por los Amics de l´Òpera como la mejor voz femenina en la anterior temporada. "El coro tendrá un papel capital y muy exigente en este montaje", desveló. El director de cine y escena Mario Martone, al frente de Così fan Tutte, también viajará hasta el Principal. Esta pieza supondrá el regreso a la sala de la soprano mallorquina Susana Cordón. El montaje se trata de una producción actualizada de 1999 que dirigió en su día Claudio Abbado. "Es elegante, conceptual y heredera del Piccolo Teatro di Milano", detalla Forteza. La gran apuesta será María Moliner, que se estrenó este año por los 50 años de la publicación del famoso diccionario homónimo. "Es una ópera contemporánea pero muy accesible con María José Montiel como protagonista", señala.

El teatro seguirá intentado rentabilizar algunas de las producciones propias estrenadas en años anteriores. Es el caso de El Barbero de Sevilla, por ejemplo, que se estrenará en el Gayarre de Navarra.