El Nobel Dario Fo hizo reír a los mallorquines como pocas veces lo han hecho. El actor, dramaturgo y pintor italiano actuó por primera vez en el Auditòrium en 1983, en el marco del III Festival de Teatro impulsado por el ayuntamiento palmesano del socialista Ramon Aguiló. Regresó ocho años después, en el 91, y volvió a cautivar a su audiencia, en la Sala Magna, con una de sus obras maestras, Mistero Buffo, acompañado por su esposa Franca Rame.

En abril de 1991, antes de subirse al escenario del Auditòrium, atendió a los periodistas en el hotel Palas Atenea en el que se alojaba. "La improvisación es una ciencia que no se improvisa", afirmó con una actitud de "io sono un Dio anarchista; tu, solamente un giornalista".

"No sabría decir si Maradona es más importante en Italia que Andreotti pero está claro que el pobre tiene sus problemas. Se ha dejado arrastrar por un camino que lo ha destrozado totalmente, debido a su ignorancia cultural. Andreotti, en cambio, es tan exquisito que nadie admitiría que consume droga aunque fuera sorprendido con un paquete de un kilo de cocaína en la nariz", declaró.

Italia, dividida

El mundo de la política y la cultura italiana expresó ayer su pesar por la muerte de Dario Fo. El presidente del Gobierno, Matteo Renzi, emitió un comunicado en el que afirmó que con su fallecimiento "Italia pierde uno de los grandes protagonistas del teatro, de la cultura y de la vida civil" de Italia. "Su sátira, la investigación, el trabajo en los escenarios, la poliédrica actividad artística quedarán como legado al mundo de un gran italiano", escribió.

Tras la noticia, se interrumpió la sesión en el Senado, donde se guardó un minuto de silencio y los parlamentarios expresaron sus elogios al Nobel. Aunque no todos elogiaron su trayectoria, como el diputado de Forza Italia, Renato Brunetta, que pidió "paz para su alma" pero dijo que "nunca le había gustado" y que se había burlado de él. El líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, también quiso recordar que Fo les consideraba "racistas e ignorantes" pero aseguró que "era agua pasada" y pidió "doble oración" por el dramaturgo, que siempre se había considerado ateo.