Abonada al éxito. La Nit de l'Art suma -ayer cumplió 20 ediciones- y sigue ganando adeptos. La afluencia en las galerías que dan vida a una fiesta ya internacional -los turistas cada vez son mayoría- volvió a ser masiva. También fue atractiva, por el contenido de las propuestas artísticas y por la elegancia de algunos que decidieron vestirse con sus mejores galas; y no faltó la protesta, aunque en esta ocasión no fue en el Solleric ni estuvo dirigida contra un gobernante en concreto, sino contra el Consell, "incendiado" por el colectivo de Artistes Visuals.

Todavía con la resaca de las inauguraciones del día anterior, los galeristas abrieron sus puertas a las siete de la tarde, la hora fijada para el sus de la esperada Nit. Aunque algunos se adelantaron, como la directora de Es Baluard, Nekane Aramburu, que junto a la artista Ana Laura Aláez estrenó la performance Biografía ficticia media hora antes, en El Corte Inglés de Avingudes.

El Solleric fue un año más el lugar elegido por las autoridades para iniciar su recorrido, un tour que les llevaría por Kewenig, Vanrell, Pelaires y el Passeig del Born, donde se instaló el montaje del Col·legi d´Arquitectes, Red, un entramado de columnas obra de los arquitectos Enrica Santacruz, María González y Gregorio Ramírez, que primero con el champán como reclamo, y más tarde con un músico callejero que cautivó a los viandantes, tuvo sus fans, entre ellos el futuro alcalde, Antoni Noguera.

"Como regidor de Urbanisme y Model de Ciutat es la obra que más me atrae", confesó Noguera, quien se alegró de que, por fin, no se registraran protestas frente al Solleric como había ocurrido en los últimos años (contra Esperança Camps, el president Bauzá, el concejal Miquel Perelló...). "Los últimos cuatro años del PP fueron de recortes y de oscuridad. Acciones desgarradoras que provocaron que la gente saliera a la calle", recordó Noguera.

Con el que será batle iba el que dejará de serlo, José Hila. En el pelotón de los políticos, encabezado en el Solleric por su director, Fernando Gómez de la Cuesta, también se pudo ver al conseller de Trabajo Iago Negueruela, el director del Institut d´Estudis Baleàrics Pep Ramon Cerdà, el regidor de Cultura Llorenç Carrió, la directora general de Cultura Francisca Niell y el vicepresidente del Govern Biel Barceló. A diferencia del año pasado faltó la presidenta Francina Armengol, oficialmente "preparando el debate de la comunidad del próximo martes".

"¿No hay nadie del Isis?"

En el Solleric no hubo protestas pero sí en el patio de La Misericòrdia, donde los Artistes Visuals, dolidos con las "subvenciones de mierda, la precarización y la mala praxis por parte de las instituciones públicas hacia la cultura", decidieron prenderle fuego al Consell. Lo hicieron con una acción reivindicativa, dirigida por el actor Diego Ingold, que tiró de fuego y humo. "¿Alguien quiere arrojar una bomba a algún conseller?, ¿no hay nadie aquí del Isis?", preguntó el maestro de ceremonias sin encontrar respuesta.

Minutos antes, en La Misericòrdia, se inauguró Noves presències, proyecto que apuesta por las promesas del arte. Los protagonistas, los creadores Damià Vives, Aina Albo, Xisco Duarte y Grip Face, posaron con los políticos, entre ellos el presidente del Consell Miquel Ensenyat, el vicepresidente Francesc Miralles y el director insular de Cultura Rafel Creus, que no quiso perderse el pase de las 22 horas anunciado, por los Artistes Visuals, como "las fallas del Consell, o los fallos del Consell".

Sant Feliu volvió a ser una de las calles más concurridas. Y es que había mucho que ver: a Marcelo Víquez, que triunfó en Kewenig y que interesó a galeristas como Frederic Pinya de Pelaires; dos cuadros -uno de un perro y otro de un elefante- colgados en la puerta del Palacete de Matas que motivaron un sinfín de selfies; o los trabajos de Kanjo Také en la galería Gerhardt Braun, repleta de turistas que decidieron perderse por su laberíntico interior.

Sant Jaume también fue una riada de gente, subiendo y bajando la calle. De Xavier Fiol, donde Pep Llambias abrió su Rebost, a Berlín, galería situada frente al convento de Santa Magdalena que convocó a decenas de personas deseosas de conocer la colectiva que se exhibía o presenciar algunas de las performances que se realizaron junto al templo.

"Un éxito", proclamaron en Pelaires, parada obligada en una Nit de l´Art que se prolongó hasta la madrugada.